Descrito como “un verdadero depredador de las profundidades”, un pez diablo negro fue hallado en la superficie del océano, frente a la costa de Tenerife, la más grande de las Islas Canarias de España. David Jara Boguna, un fotógrafo de fauna marina, logró capturar la imagen y la difundió en sus redes sociales.

Si alguna vez viste la película Buscando a Nemo, de Disney Pixar, recordarás que en una escena Marlín y Dory se encuentran con un “diabólico” pez de filosos dientes que intenta devorarlos y que tiene una pequeña luz que cuelga de su cabeza. Precisamente, ese es el famoso pez diablo.

“Podría tratarse del primer avistamiento registrado en el mundo de un diablo negro o rape abisal adulto (Melanocetus johnsonii) vivo, a plena luz del día y en la superficie”, escribió el fotógrafo español.

3 detalles aterradores del pez diablo hallado en el océano

Además de ser feo para el ojo humano, por sus características naturales y poco convencionales, en comparación con otras especies marinas, los afilados dientes en un hocico prominente desde el mentón, le hacen parecer un verdadero “monstruo” o “depredador”.

Según explica el fotógrafo David Jara Boguna, este “legendario” pez puede habitar hasta en los 2,000 metros de profundidad, un área del océano que es completamente oscura.

Sin embargo, “utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes, a modo de cebo para atraer a sus presas”, acotó Jara, citando al pez de Buscando a Nemo.

Y como tercer detalle aterrador, explica la revista National Geographic, el pez diablo pertenece al orden de peces que presunta “una de las estrategias de apareamiento más extremas del reino animal”. En este sentido, los machos se unen permanentemente a las hembras y al adherirse pierden sus órganos, convirtiéndose únicamente en una fuente de esperma.

Este perturbador método le permite a la hembra reproducirse cuando lo necesite, ya que su pareja ya está integrada en su cuerpo.

Y para que te vayas a dormir tranquilo, los expertos en especies marinas aclaran que, pese a su particular apariencia, el pez diablo es inofensivo para los humanos.

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