Desde la semana pasada, varios tabloides han publicado artículos que expresan preocupación porque Suni Williams y Butch Wilmorede la NASA, parecían “demacrados” y podrían estar perdiendo demasiado peso durante su estancia en la ISS. Sin embargo, tanto los astronautas en cuestión como el personal médico de la NASA han negado que ese sea el caso. Williams ha comentado los rumores durante entrevistas en video, diciendo que ahora tienen el mismo peso que cuando llegó por primera vez a la estación.
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Sin embargo, habló de cómo su cuerpo ha cambiado durante su estancia, especialmente debido al entrenamiento de fuerza, que es una parte habitual de la vida de los astronautas. Los astronautas hacen ejercicio durante aproximadamente una hora al día, centrándose en levantar pesas para contrarrestar la atrofia muscular causada por vivir en microgravedad.
“Definitivamente me di cuenta de que el levantamiento de pesas, que no es algo que hago todo el tiempo, definitivamente me ha cambiado”. dicho Williams. “Mis muslos son un poco más grandes, mi trasero es un poco más grande”. Pero también refutó las afirmaciones de que había perdido peso o no estaba saludable.
La cobertura sensacionalista adicional sugirió que Wilmore, un ex apoyador, también podría estar perdiendo peso. En respuesta, el director médico y de salud de la NASA, James D. Polk, confirmó ambos a espacio.com como New York Times que los astronautas estén sanos. “Todos los astronautas de la NASA a bordo de la Estación Espacial Internacional se someten a evaluaciones médicas de rutina, tienen cirujanos de vuelo dedicados a su seguimiento y gozan de buena salud”, dijo la agencia en un comunicado.
“La tripulación goza de una salud absolutamente excepcional”, dicho Polk. “Y no están perdiendo peso y no hay preocupación por parte de ningún miembro individual de la tripulación”.
Además de los cambios en la composición corporal debido a su régimen de ejercicio, los astronautas también experimentan otros cambios corporales en el espacio. En ausencia de gravedad, los fluidos tienden a acumularse en la parte superior del cuerpo, dando a algunos astronautas una apariencia de “cara hinchada”. Otros tienen problemas de apetito debido a las náuseas o la monotonía de comer los mismos alimentos con regularidad y sólo de vez en cuando productos frescos. Sin embargo, no hay indicios actuales de que Williams o Wilmore estén experimentando estos problemas más de lo habitual o en un grado preocupante.
Williams y Wilmore han sido objeto de especial interés mientras realizaban el primer vuelo de prueba tripulado de la nave espacial Boeing Starliner, que finalmente regresó a la Tierra sin que tuvieran problemas con sus propulsores. Los dos han estado en la estación desde junio y permanecerán hasta febrero del próximo año, cuando viajarán a casa en una nave Dragon de SpaceX junto con otros dos miembros de Crew-9.