El embajador dominicano ante el Consejo de Seguridad de la ONU, José Blanco, en su discurso subrayó la necesidad crítica de atención internacional. “Haití no puede afrontar esta crisis solo. “Necesitamos la solidaridad de la comunidad global para ayudar a nuestros ciudadanos en este momento de desesperación”, dijo.
Durante su intervención en la sesión se discutieron los desafíos humanitarios y políticos que enfrenta Haití, así como la urgente necesidad de una respuesta internacional coordinada.
Blanco expresó que Haití ha estado lidiando con una crisis prolongada que se ha visto intensificada por la inestabilidad política, los desastres naturales y la pobreza extrema que afecta a gran parte de su población. Sostuvo que, según estadísticas recientes de la ONU, más del 60% de los haitianos viven por debajo del umbral de pobreza, y aproximadamente 5 millones de personas requieren asistencia humanitaria urgente. La crisis se ha visto exacerbada por el aumento de la violencia y la inseguridad, lo que ha llevado a un estado de emergencia en muchas comunidades.
Uno de los temas centrales abordados fue la crisis humanitaria que afecta a millones de haitianos. La falta de acceso a servicios básicos, como agua potable, atención sanitaria y educación, ha dejado a la población en una situación vulnerable. La desnutrición infantil se ha convertido en un problema alarmante, con tasas que superan el 30% en algunas regiones. Organizaciones presentes, como Médicos Sin Fronteras y la Cruz Roja, compartieron sus esfuerzos para brindar asistencia, pero enfatizaron que los recursos son limitados y se requiere una respuesta más integral.
“Estamos haciendo todo lo posible para ayudar, pero las necesidades son abrumadoras. Sin un aumento significativo de la financiación y el apoyo, no podremos satisfacer la demanda”, afirmó.
Respuesta y colaboración internacional
El Embajador Blanco destacó la importancia de fortalecer la cooperación entre países y organizaciones. “La solución a esta crisis no puede ser unilateral. Necesitamos un enfoque colaborativo que incluya a todos los actores relevantes”, enfatizó.
“Somos nosotros los que mejor conocemos nuestras necesidades. “Es fundamental que seamos escuchados y que se nos dé un lugar en la mesa de negociación”, afirmó.
El Embajador Blanco reconoció la relevancia de empoderar a las organizaciones locales. “Ellos son los verdaderos agentes de cambio. Necesitamos apoyarlos y brindarles los recursos necesarios para que puedan realizar su trabajo”, concluyó.
Al finalizar el discurso, el Embajador Blanco instó a todos los presentes a no perder de vista la humanidad detrás de las estadísticas. “Cada número representa una persona, una familia. “No podemos permitir que la indiferencia se convierta en la norma”, concluyó, dejando un mensaje claro sobre la necesidad de una acción inmediata y efectiva.