El acuerdo aún no es oficial y según sportsuncover.com está valorado en la asombrosa suma de 2.500 millones de dólares, lo que marca una nueva era para el equipo.
Ortiz, conocido cariñosamente como “Big Papi”, es una de las figuras más queridas en la historia de los Medias Rojas. Durante sus 14 años de carrera con el equipo, Ortiz ayudó a llevar a los Medias Rojas a tres títulos de Serie Mundial, convirtiéndose en una figura icónica en la cultura deportiva de Boston.
Su bate legendario y su liderazgo dentro y fuera del campo lo hicieron querer por los fanáticos, lo que le valió un lugar en el Salón de la Fama. La nueva participación de propiedad de Ortiz remodelará el panorama del béisbol en Boston a medida que el equipo ingresa a un nuevo capítulo bajo su dirección.
La participación de Ortiz en la propiedad de los Medias Rojas se produce después de una serie de conversaciones de alto perfil con los grupos propietarios actuales. Su participación en el negocio del béisbol no es del todo nueva, ya que Ortiz ha sido un inversionista y filántropo activo desde que se retiró del juego en 2016.
La adquisición coloca a Ortiz entre un grupo selecto de ex jugadores que han asumido roles de liderazgo en equipos deportivos profesionales, aunque el viaje de Ortiz como jugador convertido en propietario no tiene precedentes en los 120 años de historia de los Medias Rojas. Se espera que aporte nuevas perspectivas a la gestión y las operaciones del equipo, centrándose en el desarrollo de los jugadores, la participación de los aficionados y mejorando el legado del equipo tanto en Boston como a nivel mundial.
El anuncio ha conmocionado al mundo del béisbol, y los fanáticos y analistas esperan ansiosamente los próximos pasos bajo el liderazgo de Ortiz. Mientras los Medias Rojas se preparan para el futuro, hay una abrumadora sensación de entusiasmo en Boston y más allá por el impacto que tendrá Ortiz como nuevo propietario.