El poliovirus, un enemigo erradicado en Europa desde hace más de dos décadas, ha reaparecido en las aguas residuales de varias ciudades del continente, entre ellas Barcelona. Aunque aún no se han registrado casos de parálisis en ninguno de los países con detecciones ambientales del virus, la detección de este patógeno ha hecho saltar todas las alarmas en los organismos de salud pública europeos. El descubrimiento no sólo plantea dudas sobre su origen, sino destaca la vulnerabilidad de ciertos grupos con bajas tasas de vacunación.
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) ha emitido recientemente una informaciónorme pidiendo vigilancia y refuerzo de las campañas de vacunación en toda la región. La detección del poliovirus en ciudades como Varsovia, Hamburgo, Londres y Tampere indica que el patógeno, aunque debilitado, podría estar circulando silenciosamente en Europa. En un escenario en el que el virus podría restablecerse, las autoridades advierten que la clave para evitar una crisis sanitaria es mantener la cobertura de vacunación por encima del 95%.
Todo empezó en septiembre de 2024, cuando un muestreo rutinario de las aguas residuales de la depuradora del Besòs en Barcelona reveló la presencia de poliovirus tipo 2 derivado de la vacuna (cVDPV2). Esta forma es una versión mutada de la virus atenuado utilizado en vacunas orales. Aunque la vacuna oral ya no se administra en países europeos como España (sustituida hace años por la versión inactivada), el poliovirus puede llegar desde regiones donde todavía se utiliza, como África y partes de Asia.
¿Cómo sucede esto? El virus atenuado presente en la vacuna oral puede propagarse en comunidades con bajos niveles de inmunización, mutar con el tiempo y recuperar su capacidad de causar enfermedades.. Las aguas residuales son el primer lugar donde se detectan estos signos, ya que el virus se elimina en las heces de los individuos infectados, quienes en la mayoría de los casos no presentan síntomas.
Sin embargo, lo que más preocupa a los expertos es la posibilidad de transmisión comunitaria. Aunque la mayoría de las detecciones recientes en Europa parecen aisladas, el hecho de que hayan surgido en un corto período en varios países plantea dudas sobre su verdadero alcance. El ECDC considera dos explicaciones: una introducción múltiple del virus a través de viajeros procedentes de regiones donde todavía circula, o una introducción única que ha provocado una propagación silenciosa dentro de Europa.
A pesar de la alarma, Las autoridades sanitarias aseguran que la situación en España está bajo control. La cobertura vacunal nacional supera el 90% en las primeras dosis administradas a bebés de dos y cuatro meses. Sin embargo, la preocupación radica en las dosis de refuerzo, especialmente la que se administra a los seis años, donde las cifras bajan en algunas comunidades autónomas hasta el 80%.
Este “pequeño” margen puede ser suficiente para permitir que el virus circule en grupos no vacunados, como algunas comunidades de inmigrantes o familias que dudan en vacunarse. De hecho, la Generalitat de Cataluña ya ha actuado rápidamente tras la detección, lanzando campañas informativas y contactando directamente con las familias de más de 25.000 niños que no habían recibido la dosis de refuerzo.
La experiencia de brotes anteriores, como los registrados en Israel y Nueva York en 2022, muestra que la polio puede reaparecer en comunidades donde la cobertura es insuficiente. En esos casos, el virus se detectó inicialmente en aguas residuales antes de provocar casos de parálisis en personas no inmunizadas. Por este motivo, la vigilancia activa y la detección temprana son herramientas clave para prevenir brotes.
A nivel mundial, la situación del poliovirus sigue siendo delicada. Si bien el virus salvaje sólo es endémico en Afganistán y Pakistán, los brotes derivados de vacunas se han convertido en una preocupación creciente, especialmente en países africanos como Nigeria, donde el virus ha estado circulando persistentemente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que estos brotes están vinculados a problemas estructurales: conflictos, sistemas sanitarios frágiles y dificultades para llegar a toda la población con campañas de vacunación.
En este contexto, Europa no puede bajar la guardia. Detecciones recientes muestran que, aunque el continente fue declarado libre de polio en 2002, el virus sigue siendo una amenaza latente. La pandemia de COVID-19 demostró cómo las enfermedades infecciosas pueden cruzar fronteras en cuestión de semanas, y el poliovirus, altamente contagioso, no es una excepción.
Expertos en salud pública coinciden en que la solución pasa por reforzar las campañas de vacunación y mejorar los sistemas de vigilancia. Las detecciones en aguas residuales son una herramienta eficaz para identificar la circulación del virus antes de que provoque casos clínicos, pero no son suficientes si no van acompañadas de medidas preventivas.
En España la recomendación es clara: revisar los registros de vacunación y asegurarse de que los niños han recibido todas las dosis recomendadas. Además, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de vacunar a los adultos que tengan previsto viajar a regiones con brotes activos.especialmente si permanecen más de cuatro semanas. En este sentido, recuerda que la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda vacunar a todos los niños contra la polio de acuerdo con los calendarios de vacunación establecidos por las comunidades autónomas en las que vivan.
El poliovirus es un recordatorio de que la erradicación de enfermedades infecciosas Es un objetivo complejo y frágil. La detección en aguas residuales, aunque preocupante, también ofrece una oportunidad: actuar a tiempo para evitar brotes y proteger a las poblaciones más vulnerables.
En los próximos meses, es probable que se sigan detectando nuevos casos de poliovirus en las aguas residuales europeas, especialmente si persisten las brechas en la cobertura de vacunas. Aunque el riesgo de brotes en países como España es bajo, las autoridades insisten en que debe continuar la vigilancia. El verdadero desafío será mantener altas tasas de vacunación y cerrar las brechas existentes.
El poliovirus ha “lanzado” una advertencia clara: mientras existan regiones del mundo donde circule el virus, ningún país podrá considerarse completamente seguro. Europa tiene las herramientas y el conocimiento para evitar una crisis sanitaria, pero la clave será no bajar la guardia.
Referencias:
Fuente Informativa