Y estudio publicado en el sitio web arXiv presenta una investigación realizada por investigadores de la Universidad de Clemson (Estados Unidos). La herramienta conocida como geoFOR combina una base de datos con información de cuerpos previamente descompuestos y un modelo de inteligencia artificial (Iowa).
Según los científicos, la principal ventaja de geoFOR radica en su capacidad para aprender y adaptarse a nuevas situaciones a medida que se recopila más información.
¿Cómo funciona la IA forense de geoFOR?
En la investigación, los autores explican que la inteligencia artificial no sólo se basa en datos como la ubicación, el estado corporal o las condiciones ambientales, sino que también considera detalles minuciosos como la presencia de insectos y el grado de descomposición.
En esencia, GeoFOR funciona como un enorme “cerebro forense” que recopila información de más de 3.200 casos documentados. Esta base de datos permite al sistema comparar patrones y generar predicciones más precisas sobre el momento de la muerte en nuevas investigaciones.
Por ejemplo, los científicos señalan que si un cuerpo se encuentra al aire libre en un clima cálido con ciertos tipos de insectos presentes, GeoFOR usa su base de datos para correlacionar esas condiciones con casos anteriores y estimar cuándo ocurrió la muerte.
Actualmente, los desarrolladores están trabajando en adaptar GeoFOR para que sea fácil de usar por parte de policías y médicos forenses, que no siempre están tecnológicamente avanzados.
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