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jueves, enero 9, 2025

Encefalitis letárgica: así funciona la terrible epidemia que transformó en estatuas a miles de personas y que aún no hemos podido erradicar

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A lo largo de la historia, la humanidad ha sido víctima de terribles epidemiasde la plaga a enojopasando por la gripe española y las pandemias de COVID-19. A principios del siglo XX ocurrió uno de los hechos más sorprendentes que jamás haya visto la medicina. se trataba de una ola de encefalitis letárgica que sumió a decenas de miles de personas en un sueño profundo y provocó la muerte de muchas más.

La encefalitis letárgica, también conocida como “enfermedad del sueño”, es un trastorno neurológico caracterizado por la inflamación del cerebro. Fue el neurólogo austriaco Constantin von Economo quien lo describió por primera vez en 1917 tras identificar sus principales manifestaciones clínicas. Los síntomas de esta enfermedad incluyen ffiebre alta, letargo extremo, alteraciones del comportamiento y, en algunos casos, parkinsonismo postencefalítico, un síndrome caracterizado por temblores, movimientos lentos y equilibrio inestable.

A nivel fisiopatológico, la enfermedad afecta principalmente al tronco del encéfalo, los ganglios basales y el sistema extrapiramidal, lo que explica los síntomas motores y conductuales que presentan los pacientes. A pesar de Las causas exactas de la encefalitis letárgica no se comprenden completamente.Se ha planteado la hipótesis de que podría ser consecuencia de una infección viral o de una reacción autoinmune tras una infección.

La epidemia de encefalitis letárgica tuvo alcance mundial, aunque la mayoría de los casos documentados se registraron en Europa y América del Norte. También se notificaron casos en partes de Asia y América del Sur, aunque en menor medida. En ciudades con una alta densidad de población, como LondresNueva York y Berlín, el impacto fue especialmente severo. las condiciones de hacinamiento y falta de higiene podrían haber facilitado la propagación del supuesto agente infeccioso.

Los síntomas de la encefalitis letárgica eran variados, pero se agrupaban en tres categorías principales. El Los síntomas agudos incluyeron fiebre alta.un letargo extremo que podría evolucionar hacia un estado de somnolencia profunda, confusión y alteraciones en el habla y el comportamiento.

Foto de un paciente con encefalitis letárgica durante la epidemia de 1917-1928.

Los pacientes también podrían presentar síntomas neurológicos. Muchos de ellos sufrieron rrigidez muscular, temblores, parálisis Movimientos oculares parciales o completos y anormales.

Quienes lograron superar con éxito la enfermedad a menudo tuvieron que vivir con secuelas crónicas. Muchos de los supervivientes desarrollaron una enfermedad conocida como parkinsonismo postencefalíticoque se caracteriza por rigidez, lentitud de movimientos y expresión facial fija.

La mortalidad asociada con la encefalitis letárgica fue alta durante la epidemia. Se estima que entre el 20% y el 50% de los pacientes murieron durante la fase aguda de la enfermedad.

Foto de un paciente con encefalitis letárgica durante la epidemia de 1917-1928.

De hecho, la incidencia de encefalitis letárgica durante su pico epidémico entre 1917 y 1928 fue alarmante. Se estima que Afectó a más de un millón de personas en todo el mundo, con una tasa de mortalidad cercana al 50%.. En los años más duros de la epidemia, se documentaron miles de casos cada año en países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania. Después de este período, los casos disminuyeron drásticamente. Hoy en día la enfermedad se considera extremadamente rara. Cada año sólo se notifican unos pocos casos esporádicos.

Entre los supervivientes, una gran proporción sufrió dDiscapacidades neurológicas permanentes que transformaron a miles de personas en “estatuas vivientes”. La rigidez corporal y la falta de expresividad facial típicas del parkinsonismo postencefalítico daban a estas personas una apariencia de mármol.

Durante el período epidémico, la prensa jugó un papel crucial en la difusión de información sobre la enfermedad. Los periódicos de la época describían la encefalitis letárgica como una “plaga misteriosa” lo que desconcertó tanto a los médicos como al público. Titulares alarmistas como “La enfermedad del sueño amenaza a nuestras ciudades” aparecían con frecuencia en los titulares. La falta de conocimiento sobre las causas y el tratamiento provocó que la cobertura mediática alimentara el miedo y la confusión entre la población.

Las causas exactas de la encefalitis letárgica siguen siendo un misterio. Las principales hipótesis son las siguientes.

Muchos investigadores creen que la enfermedad puede haber sido causada por un virus, quizás relacionado con el virus de la gripe de 1918. De hecho, ambos hechos ocurrieron en un período cronológico cercano. Sin embargo, no se ha identificado ningún agente viral específico en los tejidos cerebrales de los pacientes afectados.

Otra teoría sugiere que la encefalitis letárgica puede haber sido el resultado de una reacción autoinmune desencadenada por una infección previa. Estudios recientes han encontrado evidencia de inflamación mediada por el sistema inmunológico en pacientes con síntomas similares.

Algunos investigadores han propuesto que algunos factores ambientales, como la presencia de toxinas o deficiencias nutricionalespodría haber contribuido al desarrollo de la enfermedad.

Dada la diversidad de manifestaciones clínicas y la ausencia de un agente causal claro, es posible que la encefalitis letárgica sea el resultado de una combinación de factores infecciosos, inmunológicos y ambientales.

Aunque actualmente la encefalitis letárgica se considera una enfermedad rara, En los últimos años se han reportado casos aislados que han renovado el interés de la comunidad médica. Entre 2020 y 2024, algunos estudios clínicos documentaron pacientes con síntomas similares a los descritos durante la epidemia de 1917-1928.

En estudios especializados, la posibilidad de que Ciertos casos recientes de encefalitis letárgica podrían estar relacionados con infecciones virales emergentes o mecanismos autoinmunes desencadenados por pandemias modernas, como COVID-19. Aunque no se ha identificado un agente causal definitivo, estos estudios resaltan la importancia de investigar más a fondo las posibles conexiones entre los factores virales y las respuestas inmunitarias aberrantes.

Por lo tanto, los casos recientes registrados en los últimos años indican que, aunque son raros, lLa encefalitis letárgica no es una enfermedad completamente erradicada. Una nueva investigación en este campo podría finalmente resolver los enigmas de la “plaga durmiente” que conmocionó al mundo hace un siglo.


Fuente Informativa

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