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«Nos entristece el fallecimiento de Rosita Missoni, estilista y empresaria lombarda conocida en todo el mundo. Una gran pérdida para Italia, para Lombardía y para la provincia de Varese”, afirmó el presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana.
Nacida en 1931 en la ciudad de Golasecca, Rosita Jemini creció en una familia de artesanos textiles. En 1953 se casó con Ottavio Missoni y con él abrió su primer taller de confección en la localidad lombarda de Sumirago.
Este fue el paso inicial en la formación de un exitoso imperio textil que terminó exportando a todo el mundo y revolucionó el mundo de la moda mediante el uso de materiales, estampados atrevidos, patrones innovadores, telas, colores y rayas únicos.
Todo ello llevó a Missoni a la cima de la alta costura y a los mejores escaparates de París, Nueva York, Milán y Londres, y la marca se convirtió también en uno de los referentes del ‘Made in Italy’.
Rosita siempre fue considerada una de las almas de la empresa, atenta a pasar cada mañana por la fábrica por si faltaba algo, con una gran capacidad creativa y un sentido de empresa familiar que la llevó también a ser un referente para sus tres hijos -uno de ellos, Vittorio, fallecido en un accidente aéreo en 2013, y sus nietos.
Sus otros dos hijos también siguieron los pasos familiares: Luca Missoni dirigió durante más de 20 años la investigación y el desarrollo de productos de punto de la empresa y diseñó colecciones masculinas y deportivas, y también ha sido responsable de la dirección del Archivo Missoni.
Su hija, Angela Missoni, es presidenta y directora creativa de la empresa desde 1997, cuando tomó el relevo de sus padres, y desde entonces se encuentra al frente de la empresa familiar con proyección global.
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