Vacunas y prevención: protegerse es un acto de responsabilidad
La salud es uno de nuestros bienes más valiosos, y cuidarla no debe dejarse para cuando aparezcan los problemas. Entre todas las herramientas que tenemos para mantenernos sanos, las vacunas son una de las más efectivas y seguras. Prevenir una enfermedad siempre será más sencillo y menos costoso que tratarla.
Por qué vacunarse es fundamental
Las vacunas entrenan a nuestro sistema inmunológico para reconocer y combatir virus y bacterias sin que tengamos que enfermarnos primero. Gracias a la vacunación masiva, enfermedades que antes causaban miles de muertes, como la polio o el sarampión, hoy están prácticamente erradicadas en muchos países.
No vacunarse no solo pone en riesgo la salud individual, sino también la de las personas más vulnerables: bebés, ancianos, embarazadas o personas con enfermedades crónicas que no pueden recibir ciertas vacunas. Mantener las coberturas de vacunación altas es clave para evitar brotes.
Vacunas recomendadas para todas las edades
Niños y adolescentes: seguir el calendario oficial de vacunación, que incluye vacunas contra sarampión, paperas, rubéola, polio, varicela, hepatitis y más.
Adultos: refuerzo de tétanos y difteria cada 10 años, vacuna contra la gripe todos los años, y contra el COVID-19 según las recomendaciones vigentes.
Mayores de 50 años: considerar la vacuna contra el herpes zóster y la neumonía, además de mantener todas las demás al día.
Consultar con un médico o en el centro de salud sobre el esquema de vacunación personal es la mejor manera de saber cuáles dosis están pendientes.
Consejos para mantenernos protegidos
1. Lleve un registro personal de vacunación
Tener anotadas las vacunas recibidas ayuda a no olvidar refuerzos importantes.
2. No posponga las citas
La protección comienza cuando la vacuna está en el cuerpo; retrasar dosis aumenta el riesgo de enfermarse.
3. Hable con su médico
Si tiene dudas sobre efectos secundarios o contraindicaciones, el médico podrá aclararlas con información confiable.
4. Mantenga hábitos saludables
Dormir bien, comer equilibradamente y hacer ejercicio refuerza el sistema inmunológico, ayudando a que las vacunas sean aún más efectivas.
5. Proteja también en viajes
Antes de viajar al extranjero, infórmese sobre vacunas recomendadas o requeridas en el país de destino.
Combatiendo los mitos
Las redes sociales han amplificado rumores falsos sobre supuestos peligros de las vacunas. La realidad, respaldada por décadas de investigación, es que las vacunas salvan millones de vidas al año. Los efectos secundarios graves son extremadamente raros y, en la gran mayoría de los casos, los beneficios superan ampliamente los riesgos.
Vacunarse es un compromiso con todos
Cada vez que una persona se vacuna, está contribuyendo a que su familia, amigos y comunidad estén más protegidos. Es un acto de responsabilidad y solidaridad.
En un mundo donde las enfermedades pueden cruzar fronteras en horas, la mejor defensa es estar preparados. Las vacunas son esa preparación: una inversión pequeña que ofrece una protección inmensa.
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