Un contingente adicional de 217 policías kenianos llegó este sábado a Puerto Príncipe a bordo de un avión chárter escoltado por militares de Estados Unidos, reforzando la misión de seguridad en Haití tras meses de incertidumbre sobre el compromiso del presidente keniano, William Ruto, con el despliegue de agentes.
Según medios kenianos, este grupo forma parte de los 600 oficiales entrenados y aprobados por Estados Unidos que Ruto había prometido enviar antes de fin de año. Sin embargo, la misión se retrasó tras la derrota de los demócratas en las elecciones presidenciales de noviembre y el cambio de primer ministro en Haití, lo que generó dudas sobre el futuro del despliegue. Además, Ruto había expresado su preocupación por la falta de recursos, financiación y equipamiento necesarios para apoyar a la policía haitiana en su lucha contra las bandas armadas.
Las dudas parecen haberse disipado tras las declaraciones del senador Marco Rubio, nominado por el presidente electo Donald Trump para Secretario de Estado, quien elogió el liderazgo de Kenia en la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití y aseguró el apoyo continuo de Estados Unidos. Las palabras de Rubio fueron bien recibidas en el gobierno de Ruto, y a primera hora de la mañana del sábado funcionarios de los ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores despidieron al contingente en el aeropuerto Jomo Kenyatta de Nairobi.
El avión aterrizó en Puerto Príncipe poco después de las 11.00 horas, escoltado por militares estadounidenses, en un contexto de alta tensión en la capital haitiana, donde en noviembre varios aviones comerciales estadounidenses fueron alcanzados por disparos. Con esta nueva llegada, el número de policías kenianos en Haití asciende a 597, y el número total de fuerzas de seguridad extranjeras se acerca a los 800. Actualmente, la misión incluye agentes de Jamaica y soldados de Bahamas, Belice, Guatemala y El Salvador.
El Gobierno de Joe Biden había presionado a Kenia para que completara el envío de su contingente antes de dejar el poder el próximo lunes, con el objetivo de alcanzar los 1.000 oficiales desplegados. Sin embargo, los expertos en seguridad advierten que incluso con 2.500 soldados (el objetivo fijado para la misión) la crisis sigue fuera de control. En 2023, Haití experimentó un aumento récord de la violencia, con barrios enteros de Puerto Príncipe tomados por pandillas y más de 5.600 homicidios reportados por la ONU. La crisis humanitaria también ha empeorado, con más de un millón de personas desplazadas.
Ante este panorama, los especialistas insisten en la necesidad de un cambio de estrategia tanto a nivel nacional como internacional para frenar la expansión de la violencia en Haití.
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