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El lobo etíope (Canis simensis) es un depredador altamente especializado en la caza de roedores en las montañas afroalpinas de Etiopía. Sin embargo, un hallazgo ha sorprendido a la comunidad científica: estos lobos han sido observados lamiendo néctar de flores de Kniphofia foliosa, una planta conocida como “red hot poker” (póker rojo caliente) por su característico color rojo y amarillo. Este comportamiento, nunca antes documentado en un gran carnívoro, abre interrogantes sobre el potencial papel de estos lobos como polinizadores.
El estudio, publicado en la revista Ecology por un equipo de investigadores liderado por Sandra Lai, documenta cómo estos lobos, aunque estrictamente carnívoros, visitan estas flores para alimentarse de su néctar. Según los autores, es posible que, al hacerlo, transporten polen en sus hocicos y contribuyan involuntariamente a la polinización de la planta. A pesar de que el consumo de néctar por parte de mamíferos no voladores no es inédito, este hallazgo representa el primer caso documentado de un cánido participando en una posible relación mutualista con una planta.
Un depredador con gusto por el néctar
El consumo de néctar en mamíferos ha sido observado en especies como el zarigüeya melero (Tarsipes rostratus) o ciertas civetas, pero hasta ahora no se había registrado en un gran carnívoro terrestre. Los lobos etíopes son conocidos por su estricta dieta basada en roedores, pero la presencia de néctar en su alimentación sugiere un comportamiento más flexible de lo que se pensaba.
Los investigadores observaron a seis lobos de tres manadas distintas en el Parque Nacional de las Montañas de Bale, Etiopía. Durante cuatro días de seguimiento, dos de ellos visitaron hasta 30 flores en una sola jornada, lo que indica que este comportamiento no es esporádico. Según el estudio, los lobos seleccionaban las flores más maduras y ricas en néctar, lo que les permitía extraer el máximo beneficio en cada visita.
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¿Un nuevo tipo de polinizador?
El estudio plantea la posibilidad de que los lobos etíopes no solo se beneficien del néctar, sino que también contribuyan a la polinización de la planta. “Después de alimentarse de una inflorescencia, el polen podía verse claramente depositado en el hocico del lobo”, escriben los autores. Esta observación sugiere que los lobos podrían transportar el polen de una flor a otra, desempeñando un papel inesperado en la reproducción de Kniphofia foliosa.
A pesar de esta evidencia, aún no está claro si los lobos son polinizadores efectivos. La cantidad de polen que transportan y su capacidad para depositarlo en los estigmas de otras flores aún deben ser estudiadas en profundidad. Además, la planta cuenta con otros visitantes más tradicionales, como aves e insectos, lo que complica la evaluación de la importancia de los lobos en el ecosistema.
Determinar la eficiencia de los lobos como polinizadores requerirá más investigaciones sobre la frecuencia con la que visitan las flores y el impacto real en la reproducción de la planta. Para que sean considerados polinizadores efectivos, sería necesario demostrar que el polen que recogen en su hocico termina depositándose en otra flor de manera productiva.
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Un comportamiento culturalmente transmitido
Uno de los aspectos más intrigantes del estudio es que este comportamiento parece estar extendido dentro de la población de lobos etíopes. No se trata de un caso aislado, sino de una conducta compartida por individuos de distintas manadas, lo que sugiere que podría transmitirse a través del aprendizaje social.
Este fenómeno ha sido documentado en otros animales, como en los chimpancés, que aprenden nuevas estrategias de alimentación observando a sus congéneres. En el caso de los lobos etíopes, algunos investigadores sugieren que el consumo de néctar podría haberse originado como una estrategia de supervivencia durante períodos de escasez de presas, expandiéndose luego entre la población.
El estudio también destaca que esta conducta pudo haber surgido hace mucho tiempo, pero pasó desapercibida hasta ahora. La falta de estudios detallados sobre la dieta de los lobos etíopes más allá de sus hábitos depredadores podría haber llevado a una subestimación de su flexibilidad alimenticia y de su relación con el ecosistema afroalpino.
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Nuevas preguntas para la ciencia
El descubrimiento de los lobos etíopes alimentándose de néctar plantea nuevas preguntas sobre la relación entre carnívoros y plantas. Si bien existen otros casos de mamíferos que participan en la polinización, nunca antes se había documentado un gran carnívoro en este papel.
Los investigadores ahora buscan responder a varias incógnitas clave:
- ¿Qué impacto tiene este comportamiento en la reproducción de la planta?
- ¿El néctar aporta beneficios nutricionales significativos a los lobos?
- ¿Cómo afecta esta interacción a otras especies del ecosistema?
Responder a estas preguntas permitirá comprender mejor el papel ecológico del lobo etíope y su interacción con el ecosistema afroalpino, donde es una especie clave.
Fuente :MuyInteresante.com