“Si me detiene el ICE, no sé qué les pasará”, expresó. “Tengo miedo todos los días”.
La semana empezó con normalidad en la avenida Roosevelt, una zona acabada por la delincuencia, pese a que los agentes de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) intensificó las redadas y con la promesa del presidente Donald Trump de una ofensiva más dura en las ciudades gobernadas por demócratas.
Un puñado de trabajadoras sexuales y vendedores ambulantes de productos falsos que laboran en la abandonada zona de Queens dijeron que tenían miedo de que ICE atacara el área, pero no lo suficiente para impedirles ejercer su oficio.
Comentarios
