El reconocido comunicador dominicano y creador del canal digital “Capricornio TV” presentó un documental inédito en el que se adentra por la frontera dominico-haitiana, cruzando hacia territorio haitiano para registrar, con su cámara y su voz, la compleja dinámica del tráfico fronterizo y la circulación irregular de vehículos entre ambos países.
El reportaje audiovisual, grabado con un nivel de exposición poco habitual para el periodismo local, muestra escenas reales de intercambio de motocicletas y objetos de fuego en zonas donde la presencia estatal es casi inexistente.
Con una narrativa directa y sin artificios, Capricornio explica que el objetivo del material es mostrar “cómo se roban motores en la República Dominicana, cómo cruzan la frontera y cómo son cambiados por objetos al otro lado”.
“Te mostraremos desde un cabecilla de pandilla y el tráfico de motocicletas armadas, hasta cómo se intercambian objetos por motores que salen de la República Dominicana. Verás cómo lucen las calles de Haití, en un recorrido que no cualquier periodista se atrevería a hacer por el alto nivel de peligro que implica”, expresó el comunicador al presentar la pieza, que combina investigación y riesgo personal en cada toma registrada.
El documental retrata con detalle el trayecto desde el punto fronterizo, el cruce a pie por ríos y caminos irregulares, y el ingreso a zonas consideradas de alto riesgo. “Estamos en Haití”, repite el reportero en varios fragmentos, enfatizando la dificultad logística y emocional de permanecer en áreas donde la autoridad es mínima y la violencia cotidiana forma parte del entorno. Las imágenes capturan el recorrido de su equipo mientras atraviesan ríos de poca profundidad, transportan equipos y vehículos, y sortean retenes improvisados en la ruta hacia los llamados “jardines de motores”.
En estos espacios, según narran los protagonistas locales, se concentran motocicletas y automóviles que habrían sido sustraídos en territorio dominicano. “Todos estos motores vienen de la República Dominicana”, afirma un residente, explicando el sistema de intercambio: “Para cada uno de estos motores, un objeto fue dado… A veces son dos motores. Depende de qué objeto es”.
El reportaje incluye además declaraciones de líderes comunitarios y miembros de grupos locales, quienes confirman la existencia de redes que operan al margen de la ley. “La toda la área, la toda la área, estamos armados”, dice uno de ellos ante la cámara, mientras otro matiza: “No tenemos problemas con los dominicanos, pero tenemos que agarrar el objeto para defendernos”. Las frases reflejan la tensión permanente y el sentimiento de autodefensa que predomina en la zona.
Capricornio y su equipo describen también la ausencia de instituciones formales. “No hay gobierno, no hay nadie, no hay policía que lo quiera”, comenta uno de los entrevistados, a lo que el comunicador agrega en voz narrativa: “La policía aquí es muy mala… no tienen conciencia”.
Estas declaraciones, presentadas sin edición sensacionalista, exponen el vacío de autoridad y la fragilidad social que domina gran parte del territorio fronterizo haitiano. El trabajo audiovisual se adentra más allá del registro de imágenes: muestra el proceso de negociación con líderes locales, el acompañamiento por más de treinta minutos hacia zonas rurales y la constante necesidad de tomar decisiones de seguridad sobre la marcha.
Durante la retirada, el periodista reconoce que debieron cambiar de ruta “para evitar arrestos” y minimizar los riesgos, tras detectar la presencia de grupos armados y posibles retenes en los caminos.
El documental de enfoque puramente periodístico pone de relieve la rigurosidad del equipo para acceder a testimonios y registrar evidencia directa en condiciones adversas. Con tono sereno pero firme, Capricornio reafirma su propósito de informar: “Otros podrían enviar corresponsales, pero yo prefiero estar presente para documentar los hechos”.
La pieza, grabada entre zonas rurales de Dajabón y comunidades próximas del lado haitiano, constituye uno de los trabajos más audaces del periodismo digital dominicano reciente, no solo por la peligrosidad del entorno, sino por su aporte visual a la comprensión de la realidad fronteriza.
En un contexto de creciente tensión binacional, el material revela la complejidad de un fenómeno que trasciende la ilegalidad y toca de cerca la seguridad, la economía y la convivencia entre dos pueblos que comparten una misma isla.
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