Este dato revela la magnitud del problema, con un aumento en la incidencia de trastornos como el estrés, la ansiedad y otras afecciones emocionales que impactan la vida de miles de personas en el país.
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En una investigación realizada por el periódico último minutoVarios expertos coincidieron en que varios factores contribuyen al empeoramiento de la situación. Entre los principales destacaron la incertidumbre económica, la sobreexposición a las redes sociales, el aislamiento social, la falta de acceso a servicios de salud mental de calidad y las consecuencias psicológicas de la pandemia de COVID-19.
La psicóloga Sheila Nora Rosario Del Orbe, en declaraciones ofrecidas con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, alertó sobre la creciente complejidad de la situación. “Estamos observando un aumento significativo de los casos de trastornos mentales, lo que demuestra que la salud mental no está recibiendo la atención que merece”, afirmó el experto.
A pesar de los esfuerzos implementados por el Ministerio de Salud Pública para enfrentar este desafío, Rosario Del Orbe destacó que la falta de personal capacitado y de recursos sigue siendo un obstáculo importante, especialmente en las zonas más vulnerables del país.
Otro aspecto clave de este problema es el estigma que rodea a los trastornos mentales en la sociedad dominicana. A pesar de los avances en la sensibilización sobre los problemas de salud, la salud mental sigue siendo un tema tabú en muchos círculos, lo que disuade a las personas de buscar ayuda de manera oportuna.
Rosario Del Orbe también mencionó la escasa integración de la salud mental en los programas generales de atención de salud. “El país necesita políticas públicas que no sólo mejoren el acceso a la atención, sino que también promuevan la educación y la concientización sobre la importancia del bienestar emocional”, agregó.
Deficiencias en la cobertura del ARS
Cinthia Ortiz, psicóloga clínica del Hospital Dr. Vinicio Calventi, explicó las barreras económicas que enfrentan los pacientes. Las Administradoras de Riesgos en Salud (ARS) no cubren, en su mayor parte, las consultas psicológicas ni los costosos exámenes necesarios para el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales. “La falta de cobertura por parte de la ARS es uno de los principales obstáculos. No sólo no cubren las consultas, sino que además los medicamentos y los exámenes son inaccesibles para muchas personas”, explicó Ortiz.
A nivel estructural, los expertos coincidieron en que es necesaria una mayor inversión del Estado en salud mental. Si bien se están desarrollando diversas iniciativas, como foros y reuniones, para abordar este problema, la falta de recursos especializados continúa siendo un desafío considerable.
Para Ortiz, es crucial romper con el estigma que rodea a la salud mental, ya que ésta es uno de los factores que contribuyen al deterioro emocional de muchas personas. “Debemos crear conciencia sobre lo que implica la salud mental. Sin ello no hay bienestar”, concluyó.
