“Encontrar evidencia de un océano dentro de un objeto pequeño como Miranda es increíblemente sorprendente”, dijo. en una declaración Tom Nordheim, científico planetario del Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins en Laurel, Maryland, investigador principal del estudio.
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Entre las lunas del sistema solar destaca Miranda. Las pocas imágenes capturadas por la Voyager 2 en 1986 muestran que el hemisferio sur de Miranda tiene un terreno multicanal, dividido en cuatro partes por escarpados escarpados y áreas con cráteres. La mayoría de los investigadores sospechan que estas extrañas estructuras son el resultado de las fuerzas de marea y el calentamiento dentro de la luna.
Después de mapear por primera vez varias características de la superficie, como grietas, crestas y las exclusivas coronas trapezoidales de Miranda, el equipo desarrolló un modelo informático para probar varias estructuras posibles del interior de la luna, haciendo coincidir los patrones de tensión predichos con la geología de la luna. la superficie real.
La configuración que produjo la mejor coincidencia entre los patrones de tensión predichos y las características superficiales observadas requirió la existencia de un vasto océano debajo de la superficie helada de Miranda hace unos 100 a 500 millones de años. Este océano subterráneo tenía al menos 100 kilómetros de profundidad, según el estudio publicado el 16 de octubre en la revista Revista de ciencia planetariay estaba escondido bajo una corteza helada de no más de 30 kilómetros de espesor.
Caleb Strom, un estudiante de posgrado de la Universidad de Dakota del Norte que trabajó con Nordheim y Alex Patthoff del Instituto de Ciencias Planetarias de Arizona, revisó las imágenes de la Voyager 2 y señaló que, dado que Miranda tiene un radio de sólo 235 kilómetros, el océano se habría llenado. casi la mitad del cuerpo de la luna. “Ese resultado fue una gran sorpresa para el equipo”.
La hipótesis principal sugiere que Miranda todavía se está enfriando y puede que incluso ahora tenga un océano debajo de su superficie. El océano actual de Miranda probablemente sea relativamente delgado. “Pero la sugerencia de un océano dentro de una de las lunas más distantes del sistema solar es notable”. dice Strom.
