El Rey de España, Felipe VI, afirmó que debemos comprender “la ira y la frustración” expresadas por muchas personas durante su visita a las zonas inundadas de la Comunidad Valenciana, en la costa mediterránea, por “lo mal que han estado las cosas” para sus habitantes.
Acompañado por la reina Letizia, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, el rey agradeció a los equipos de rescate, según informó en la red social Casa del Rey.
“Debemos comprender la ira y la frustración de muchas personas. por lo mal que lo han pasado y por la dificultad de entender cómo funcionan todos los mecanismos, y las expectativas para programar esta emergencia”, afirmó el rey.
Cinco días después de la tormenta, Las autoridades españolas contabilizan al menos 217 muertes mientras continúa la búsqueda de personas desaparecidas, con pocas esperanzas de encontrarlas con vida.
“El Estado en su plenitud está presente”
“Debemos dar esperanza a esas personas (afectadas)”.“, atender la emergencia, pero también garantizarles que el Estado, en toda su plenitud, está presente”, afirmó el monarca, quien también se mostró convencido de que la situación “cada día va a mejorar”asegurando que “los medios están creciendo y la eficacia también está creciendo”.
Felipe VI también agradeció “enorme aporte de gente de todo tipo”aunque reconoció que “organizarlo, gestionarlo no es fácil”.
“Gracias por el esfuerzo”
“Gracias por el esfuerzo. Sé que son días agotadores, que no hay horas, no hay minutos y hay muchas necesidades que atender. “Ánimo, adelante”, concluyó el rey.
La visita del rey y de las autoridades del Gobierno a la ciudad de Paiporta, una de las más afectadas por las inundaciones, estuvo marcado por la tensión y la indignación de decenas de personas, quienes recibieron la procesión con gritos y arrojando barro.
Los manifestantes comenzaron a gritar consignas como ‘asesinos’, ‘fuera’, ‘ayuda’, ‘dimisión Mazón’ y ‘dimisión Pedro Sánchez’, según informan EFE y Europa Press. En consecuencia, la comitiva se dispersó y dejó al frente al rey Felipe VI y al presidente Mazón.
El rey intentó calmar los ánimos hablando con algunos de los presentes, se vio a Mazón con el chaleco cubierto de barro.
Con información de Deutsche Welle
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