Su padre, Mario, fue un inmigrante italiano que llegó a Argentina en 1929 huyendo de la pobreza, la Gran Guerra y el fascismo. Francisco lo describía como un hombre alegre que sabía ser “la autoridad de la casa”.
En la familia Bergoglio, el hombre que lideró la Iglesia católica durante 12 años y fue el primer latinoamericano en hacerlo era uno más: Jorge Mario.
Era una familia de clase media que vivía en una casa de una sola planta en el barrio Flores de Buenos Aires. Los niños iban a la escuela pública y aprendían piano mientras el padre trabajaba como contador y la madre se encargaba de la casa.