El exjugador franquicia de los Timberwolves fue recibido con una gran ovación y un emotivo video homenaje que repasó sus nueve temporadas con el equipo desde su llegada al draft de 2015. Sin embargo, una vez que la pelota empezó a rodar, Towns demostró lo que sigue siendo una estrella de la NBA, ayudando a los Knicks a conseguir una ventaja que llegó a 36 puntos en el tercer cuarto.
Mikal Bridges sumó 29 puntos para los Knicks, que han ganado 12 de sus últimos 16 partidos y se consolidan como uno de los equipos más fuertes de la liga.
El traspaso de Towns a Nueva York, realizado antes del inicio del campo de entrenamiento, marcó un giro importante tanto para los Knicks como para los Timberwolves. En el intercambio, Minnesota adquirió a Julius Randle y Donté DiVincenzo, mientras que Towns encontró un nuevo hogar en Nueva York, sobresaliendo como líder dentro y fuera de la cancha.
Randle, por su parte, tuvo una sólida actuación con 24 puntos para los Timberwolves, aunque los locales no pudieron frenar el vendaval ofensivo de los Knicks. En el segundo cuarto, Nueva York desató una racha de 37-8, impulsada por 19 puntos de Towns en ese período, su mejor desempeño en un cuarto esta temporada.
Aunque Josh Hart no fue titular por problemas personales, los Knicks no mostraron debilidades, lanzando un impresionante 51,5% desde el campo.
El regreso de Karl-Anthony Towns a Minnesota no fue sólo un recordatorio de su legado con los Timberwolves, sino también una declaración de que su mejor baloncesto está por llegar. Con actuaciones como esta, los Knicks se posicionan como serios contendientes en la liga.
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