La liga anunció el martes que el evento de mitad de temporada se llevará a cabo el 16 de febrero en el Chase Center de San Francisco, hogar de los Golden State Warriors.
El nuevo formato contará con cuatro equipos: tres formados por ocho jugadores seleccionados entre las estrellas de la liga y un cuarto equipo formado por los ganadores del Rising Stars Challenge, que reúne a los mejores talentos de primer y segundo año.
El torneo constará de tres partidos, y en cada uno de ellos los equipos buscarán ser los primeros en llegar a los 40 puntos para ganar. Este cambio responde al interés del comisionado Adam Silver por ofrecer una competición más dinámica, después de que el Juego de Estrellas del año pasado en Indianápolis estableciera un récord con un total combinado de 397 puntos, con poca intensidad competitiva.
Innovación en medio de la tradición
Desde sus inicios, el Juego de Estrellas ha sufrido varios cambios de formato. Durante 66 años, la estructura fue una batalla clásica entre la Conferencia Este y la Conferencia Oeste. En 2018, la NBA introdujo la selección de equipos por capitanes, con figuras como LeBron James, Giannis Antetokounmpo y Stephen Curry liderando los elencos en distintas ediciones.
Además, se implementó un gol de puntos en los últimos cuartos como homenaje a Kobe Bryant, sumando 24 puntos al marcador del equipo líder después de tres cuartos. Sin embargo, el regreso del Este vs Oeste el año pasado, con jugadas espectaculares pero poca competitividad, motivó el rediseño.
Expectativas del jugador
Shai Gilgeous-Alexander, estrella de los Oklahoma City Thunder y probable selección para esta edición, aplaudió el cambio: “Es una idea apasionante. “Todo dependerá de si los jugadores quieren competir y me encantaría ser parte de eso”.
Una experiencia diferente
La NBA espera que este nuevo formato reduzca la falta de intensidad y restablezca el interés de los aficionados. El Rising Stars Challenge abrirá el fin de semana del 14 de febrero y el torneo principal cerrará con una competencia que busca recuperar la esencia de rivalidad y espectáculo que caracteriza a la liga.
Este movimiento marca un paso audaz hacia la reinvención de un evento icónico, apostando por un torneo que combina la espectacularidad de las estrellas con un formato más competitivo y atractivo para jugadores y aficionados.
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