En medio de un caso que ha generado una profunda conmoción en Montecristi, la búsqueda de justicia de una joven madre se mezcla con el duelo y la defensa de su propia integridad.
Una historia llena de dolor, acusaciones y amenazas ha puesto de relieve la necesidad de respuestas claras y una investigación imparcial que esclarezca los hechos y lleve la paz a todas las partes involucradas.
Lucianny Rodríguez, una madre de 20 años, decidió alzar la voz públicamente para enfrentar las acusaciones que han transformado su vida en un torbellino de incertidumbre y sufrimiento.
En un reciente programa de televisión, con lágrimas en los ojos, describió cómo ha sido acusada por los familiares de su expareja, quienes la culpan por la pérdida de sus dos pequeñas hijas, de apenas seis meses y dos. años. Lucianny rechaza firmemente estas versiones, calificándolas de injustas y dañinas. Además, informó que en el caso también ha estado implicada su actual pareja, acusada de presuntos malos tratos a las niñas, lo que ha desatado una serie de amenazas que han puesto en peligro su tranquilidad.
La joven informó que sus hijas siempre recibieron la atención médica adecuada y expresó su profundo pesar por las circunstancias que rodearon el desenlace. Según explicó, la hija mayor ya había presentado problemas de salud mientras estuvo bajo el cuidado de su padre, aspecto que, según ella, no ha sido tomado en cuenta por quienes ahora la señalan.
Los trágicos hechos se desarrollaron de otra manera: mientras una de las niñas perdió la vida en Montecristi, la otra murió mientras era atendida en un centro médico de Santiago. Estas pérdidas han sido un golpe devastador, intensificado por la denuncia pública que enfrenta.
Entre dolor e indignación, Lucianny aseguró que emprenderá acciones legales una vez que se conozcan los resultados de la autopsia realizada por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Insistió en que no permitirá que las acusaciones y amenazas infundadas contra él y su pareja queden sin consecuencias.
Para ella, este proceso no es sólo una lucha por limpiar su nombre, sino también un acto de amor y respeto hacia sus hijas, cuya memoria quiere proteger de la polémica que las rodea.
El caso ha despertado el interés de diversas autoridades y organizaciones que han iniciado investigaciones para esclarecer lo sucedido.
Mientras tanto, la comunidad se mantiene atenta al desarrollo de los acontecimientos, exigiendo claridad y justicia. Para Lucianny, este es un camino difícil, pero necesario para recuperar la paz y lograr que la verdad salga a la luz.
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