Con sólo 25 años, Arisleida Alix soñaba con una vida mejor, llena de oportunidades y alejada de las carencias que enfrentaba.
Fue entonces cuando apareció Pajita To, un hombre de más de 70 años, quien, con promesas de amor, lujo y una vida en Estados Unidos, transformó sus sueños en un camino lleno de sacrificios.
Arisleida aceptó casarse con él, dejando atrás su juventud y enfrentándose a críticas y burlas por la gran diferencia de edad.
Durante siete años se dedicó a cuidarlo y apoyarlo, confiando en las promesas que él le hacía. Sin embargo, esas esperanzas se desvanecieron cuando Pajita To mostró sus verdaderas intenciones.
El hombre vendió todas las pertenencias que compartían, transfirió el dinero a familiares desconocidos y, sin previo aviso, abandonó a Arisleida para emigrar solo a Estados Unidos. La joven quedó indefensa, sin recursos y con el peso de una profunda decepción.
Hoy, en las calles de Barahona, Arisleida reflexiona sobre las decisiones que marcaron su vida y las consecuencias de creer en las falsas promesas de quien le juró amor eterno.
Su historia es un recordatorio de la importancia de no abandonar los sueños por las promesas de los demás y de buscar el amor en lugares donde florezcan el respeto y la reciprocidad.