Strogonoff de Pollo y Champiñones a mi estilo: elegante, pero con calle
Hay platos que uno cocina por nostalgia, otros por antojo, y algunos simplemente porque tienen un nombre que suena chévere. Así me pasó con este: Strogonoff de Pollo y Champiñones.
La primera vez que escuché “Strogonoff”, pensé que era el nombre de un diseñador de perfumes o de un villano de James Bond. Sonaba elegante, como algo que te sirven en un restaurante con tres copas por persona y pan que no puedes tocar hasta que el mesero te dé permiso.
Pero cuando probé el plato, me di cuenta de que era una maravilla casera: cremoso, reconfortante y con ese tipo de sabor que te dan ganas de servirte otra cucharada… directamente de la olla. Y claro, como soy curioso, me puse a investigar.
Un poquito de historia pa’ condimentar (y reírse un rato)
El Strogonoff tiene más sellos en el pasaporte que yo. Nació en Rusia, allá por el siglo XIX, en la casa de la familia Stroganov —unos aristócratas con plata, bigotes y cocineros franceses a domicilio.
La historia cuenta que uno de estos cocineros creó el plato para un conde medio viejito que ya no podía masticar carnes duras. Así nació este guiso suavecito con tiritas de carne, crema y un toque de mostaza, que se convirtió en tradición familiar.Pero la cosa no quedó ahí.
El plato viajó por Europa como influencer foodie y, eventualmente, llegó a Brasil, donde se volvió casi religión. Allá lo tropicalizaron: cambiaron la carne por pollo, le pusieron ketchup, crema de leche y lo sirvieron con arroz blanco y papitas al hilo. Y boom: ahora no hay buffet brasileño sin su strogonoff.
Yo, por mi parte, lo conocí gracias a una tía que vivió en São Paulo y volvió al Perú hablando con acento. Me decía: «Yukichi, tienes que probar el estrojonofe de frango, es una delicia». Cuando me sirvió el plato,me enamoré. Bueno, no de mi tía, del plato.
La primera vez que traté de cocinarlo solo, tenía 16 años. Estaba en casa de un amigo y quisimos “impresionar” a unas chicas. Todo bien… hasta que confundí el vino blanco con pisco. Lo que salió de esa sartén no era strogonoff, era casi un incendio. Pero aprendí la lección: el pisco es para brindar, no para cocinar… aunque bueno, ¡igual nos lo tomamos!
Y ahora, muchos años después, lo preparo a mi manera. Siempre fusionando y dándole el toque perucho. Con cariño, con sabor, y con un chorrito de vino (pero del correcto). ¿Listo pa cocinarlo conmigo?
Ingredientes (pa’ 4 causas con hambre de verdad):
1 libra (16 oz) de pechuga de pollo, cortada en tiritas
7 oz de champiñones, en láminas
1 cebolla roja mediana, picada finito
3 dientes de ajo, picaditos
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharada de aceite de oliva
1 taza de crema espesa (heavy cream)
1 taza de caldo de pollo
2 cucharadas de harina
2 oz de vino blanco seco (¡el de botella, no el de cartón!)
1 cucharadita de paprika
1 cucharadita de tomillo seco
Sal y pimienta al gusto
2 cucharadas de harina
2 cucharadas de pasta de ají amarillo
Perejil fresco picado (opcional)
Preparación:
-En una sartén grande, calienta la mantequilla con el aceite.
-Añade el pollo y sellalo hasta que esté doradito. Sácalo y resérvalo.3. 4. 5. 6. 7. En esa misma sartén (no se lava, que ahí está el secreto), sofríe la cebolla y el ajo hasta que huelan como casa de abuelita.
-Agregar la pasta de ají amarillo, ahi la comida tomara otra dimension.
-Agrega los champiñones y cocínalos hasta que suelten jugo y estén doraditos.
-Espolvorea la harina y remueve bien. Cocina 2 minutos.
-Agrega el vino blanco, deja que evapore el alcohol, y luego echa el caldo y la crema.
-Regresa el pollo a la fiesta. Añade paprika, tomillo, sal y pimienta.
-Cocina todo junto a fuego bajito unos 10 minutos.
-Sirve con arroz blanco, papas, puré o lo que tengas. Un poquito de perejil encima, y listo.
Tiempos:
Preparación: 15 minutos
Cocción: 20 minutos
Total: 35 minutos (o menos si ya tienes ritmo de cocina en la sangre)
Este Strogonoff a lo Yuki es prueba de que no necesitas un título nobiliario para comer como rey, ni una cocina de revista para cocinar con amor. Solo hace falta buen sazón, buen humor, y ganas de compartir.
Nos vemos en la próxima columna, causita. ¡Y no se olviden de guardar pan pa’ la salsa! “La comida es como la música, las mejores piezas se comparten” ¡PROVECHO!
Si estás interesado en organizar un evento privado en tu casa con un menú de cocina de autor preparado por un chef reconocido en la guía Michelin, clases privadas de cocina, una experiencia Omakase en el comedor de mi hogar, o necesitas asesoría en un restaurante de comida tradicional peruana criolla, chino-peruana (chifa), peruana- japonesa (nikkei), o deseas montar una barra cevichera «ceviche-live» o una carta de pescados y mariscos, solo contáctame. Estaré encantado de ayudarte [email protected] (703)656-5813.
Por favor no dejen de dejarme sus preguntas, comentarios y/o sugerencias en mi
página de Facebook www.facebook.com/jmnakandakari
Instagram @yukinakandakari Linkedin @yuki-nakandakari TikTok @yukinakandakari

🌐Fuente🔗
#Strogonoff #Pollo #Champiñones #estilo #elegante #pero #con #calle