Desde vender pollos y realizar visitas periódicas al mercado en busca de comprar productos para la venta, Vitalina logró poner el suyo Spa y Estéticael cual decidió comenzar luego de educarse mientras trabajaba en un emprendimiento similar dedicado al cuidado de la piel y la belleza en general.
«Mi mamá tenía ventorrillo, vino pollo, también empezó a trabajar fuera de casa y al mismo tiempo vimos la necesidad de tener nuestro negocio dentro de casa, entonces lo que hacía mi mamá en ese momento, se iba a trabajar en falda y ella me dejó para vender los domingos y sábados y cuidar el negocio, vender las gallinas y demás”, Vitalina expresó.
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La ahora empresaria recordó que su padre también trabajaba en el interior como “escurridor mecánico” y que ella se veía en la necesidad de estudiar de noche para poder ayudar a sus padres durante el día.
“Mi mamá era trabajadora, pero a pesar de ser trabajadora nunca dejó de mandarnos a la escuela, nunca dejó de mandarnos a cursos, en el barrio decían y Vitalina, ah, está en un curso”. expresar La mujer se angustió al recordar el pasado.
Vitalina mencionado a la comunicadora Giselle Castro, que su madre siempre la imaginó como una empresaria y que cuando veía mujeres vestidas con chaquetas le decía que así se vestiría algún día.
Vitalina Spa y Estética Se ha convertido en un negocio reconocido en la capital y cuenta con varias sucursales.