Elecciones históricas en Nueva York: más de dos millones de votos dan la victoria a Mamdani

El martes 4 de noviembre de 2025 marcará un antes y un después en la política de la ciudad de Nueva York. En una jornada con participación récord, Zohran Mamdani —de 34 años, legislador estatal demócrata y autodefinido socialista— se coronó como nuevo alcalde de la ciudad, en lo que se interpreta como un cambio generacional, demográfico y estructural en el poder urbano.

Su victoria no sólo es simbólica —primer alcalde musulmán de Nueva York, primer surasiático, y uno de los más jóvenes en su cargo en más de un siglo— sino que llega acompañada de una movilización ciudadana inédita.

Participación récord y resultados emblemáticos

La elección municipal de 2025 en Nueva York se desarrolló bajo un clima de gran expectación y movilización sin precedentes. Las calles de los cinco distritos se llenaron de votantes desde temprano, en una jornada que rompió todos los récords recientes de participación.

Según los datos preliminares del New York City Board of Elections, más de dos millones de neoyorquinos salieron a votar el 4 de noviembre, un número que no se veía en una elección municipal desde hacía más de tres décadas. Este nivel de participación  impulsado por jóvenes, inmigrantes, y comunidades de color— convirtió la jornada en una verdadera celebración cívica.

Los resultados finales confirmaron una victoria histórica: Zohran Mamdani obtuvo aproximadamente 50.4 % de los votos, frente al 41.6 % del exgobernador Andrew Cuomo y el 7.1 % del republicano Curtis Sliwa.

Pero más allá de los porcentajes, lo que marcó la diferencia fue la amplitud y diversidad del electorado. En los centros de votación de Brooklyn, Queens y partes de Manhattan, las filas eran largas y el entusiasmo palpable. En vecindarios con alta población inmigrante, la participación aumentó hasta un 25 % respecto a 2021, reflejando una ciudadanía más comprometida con el futuro político de la ciudad.

Ya en la primaria demócrata de junio se había anticipado esta ola de energía electoral, con una afluencia récord de más de un millón de votos emitidos mediante el sistema de ranked-choice voting.

Ese impulso creció hasta noviembre, cuando el mensaje de cambio, inclusión y justicia social de Mamdani logró movilizar una coalición inédita: jóvenes, latinos, musulmanes, asiáticos del sur, afrodescendientes y progresistas urbanos.

En la primera ronda de la primaria, Mamdani ya había superado a Cuomo con 43.8 % frente a 36.1 %, una señal de que su candidatura representaba algo más que una opción electoral: un movimiento generacional. Su triunfo en la elección general consolidó esa tendencia y envió un mensaje claro al establecimiento político tradicional.

Los analistas coinciden en que el significado de esta elección va mucho más allá de los números. “Esta fue la voz de una nueva ciudad”, señaló un comentarista político del New York Times. “Los neoyorquinos, especialmente los jóvenes y las minorías, votaron por un liderazgo que refleje su realidad: diverso, progresista y cercano a la gente”.

Para la comunidad latina, inmigrante o de segunda generación, el triunfo de Mamdani tiene una resonancia particular. Representa el ascenso de un liderazgo que no proviene del poder tradicional, sino de los barrios, de la organización comunitaria y del trabajo de base. Mamdani —hijo de inmigrantes africanos y del sur de Asia, musulmán practicante y vecino de Queens— simboliza esa Nueva York plural, donde las comunidades históricamente marginadas ya no piden espacio: lo están ocupando con voz y voto.

¿Quién es Zohran Mamdani?

Zohran Kwame Mamdani nació en Uganda, pero creció en Nueva York, específicamente en Astoria y Long Island City, vecindarios que representan la diversidad global de la ciudad. Es miembro de la Asamblea Estatal del Estado de Nueva York (representando el Distrito 36 de Queens), y se identifica como “democratic socialist”.

Su campaña fue una mezcla de activismo de base, redes sociales, voluntariado masivo y un mensaje claro: hacer de Nueva York una ciudad más asequible, más inclusiva, más para la mayoría.

Sus propuestas más destacadas

Zohran Mamdani construyó su victoria sobre una plataforma política ambiciosa, diseñada para responder a las desigualdades más profundas de Nueva York. Su plan de gobierno, definido por él mismo como “una agenda para la mayoría trabajadora”, busca atacar los problemas que han convertido a la ciudad en una de las más caras e inequitativas del país.

Congelar los alquileres y proteger a los inquilinos

Uno de los ejes centrales de su campaña fue la crisis de vivienda, un tema que afecta de manera directa a más de la mitad de los neoyorquinos. Mamdani propuso congelar los alquileres en las unidades rent-stabilized —más de 900,000 apartamentos bajo este esquema— para frenar el aumento sostenido de los precios.

El objetivo es simple: evitar que las familias trabajadoras sean expulsadas de sus barrios por la especulación inmobiliaria y el aumento desmedido de rentas. La medida incluiría un fortalecimiento de la Junta de Directores de Rentas (Rent Guidelines Board), para garantizar que los propietarios no puedan subir los alquileres bajo pretextos administrativos.

En palabras de Mamdani durante su campaña: “Nadie debería tener que elegir entre pagar la renta o comer. La vivienda es un derecho, no una mercancía.” Además del congelamiento, su plan propone ampliar los programas de vivienda asequible, crear cooperativas respaldadas por la ciudad y destinar edificios vacíos o incautados al uso residencial.

Esta política busca enfrentar lo que él denomina “la gentrificación institucionalizada”, que ha desplazado a miles de familias latinas, negras y de clase trabajadora en los últimos años.

Transporte público gratuito y justo

Otra propuesta emblemática es la de transporte público gratuito o significativamente más barato, empezando por una red de autobuses sin tarifa (fare-free buses) en las zonas más necesitadas.

Mamdani sostiene que el transporte es “la columna vertebral de la igualdad urbana”. Su plan piloto propone eliminar el costo del pasaje en las rutas que conectan vecindarios periféricos con centros laborales y escolares, una medida que beneficiaría directamente a trabajadores de bajos ingresos, muchos de ellos inmigrantes y latinos.

Según cálculos de su equipo, el costo de la gratuidad parcial podría financiarse con una redistribución del presupuesto del MTA y un impuesto adicional a las grandes empresas de transporte privado y servicios de entrega.

A largo plazo, su visión es un sistema de transporte accesible para todos, con mayor inversión en mantenimiento, seguridad y eficiencia energética.

Supermercados municipales y acceso justo a alimentos

Una de las propuestas más novedosas y debatidas fue la creación de supermercados municipales o tiendas de abarrotes de propiedad pública, administradas por la ciudad o en cooperación con organizaciones comunitarias.

El objetivo es garantizar que los alimentos básicos sean accesibles y asequibles, especialmente en los llamados food deserts (zonas donde no hay supermercados cercanos ni opciones de comida saludable).

Estos establecimientos ofrecerían productos a precios regulados y apoyarían a pequeños agricultores locales, con énfasis en alimentos frescos y nutritivos.

“En una ciudad donde miles de personas viven a menos de una milla de un supermercado, pero a dos pasos de una cadena de comida rápida, debemos repensar qué significa seguridad alimentaria”, señaló Mamdani en uno de sus discursos.

La iniciativa busca además contrarrestar el dominio de grandes corporaciones que controlan los precios de los alimentos, un fenómeno que ha golpeado con fuerza a las familias trabajadoras durante los últimos años de inflación.

Salario mínimo de 30 dólares por hora

Otra medida audaz de Mamdani es el incremento del salario mínimo hasta los US$ 30 por hora hacia 2030, atado a la inflación y la productividad.

Actualmente, el salario mínimo en la ciudad ronda los US$ 16 la hora, lo que no cubre el costo real de vida, estimado en más de US$ 22 según la MIT Living Wage Calculator.

Con esta propuesta, el nuevo alcalde pretende reducir la brecha entre el crecimiento económico de la ciudad y la capacidad adquisitiva de sus trabajadores. Críticos advierten que una subida tan significativa podría afectar a pequeñas empresas, pero Mamdani argumenta que el impacto neto sería positivo, ya que aumentaría el consumo, reduciría la dependencia de subsidios y generaría un círculo virtuoso en la economía local.

Su mensaje ha sido claro: “Ningún trabajador en la ciudad más rica del país debería vivir con miedo a no poder pagar el alquiler o la comida. Nueva York puede y debe pagar salarios dignos.”

Reforma fiscal: impuestos progresivos para financiar el cambio

Para financiar estas políticas, Mamdani propone una reforma fiscal progresiva que aumente los impuestos a las grandes corporaciones y a quienes ganan más de US$ 1 millón anuales.

El plan, inspirado en modelos aplicados en ciudades como San Francisco y Seattle, busca que los sectores más ricos contribuyan proporcionalmente más al bienestar colectivo.

Parte de los fondos se destinaría a infraestructura pública, programas sociales, viviendas y transporte. Mamdani ha enfatizado que no se trata de “castigar la riqueza”, sino de “garantizar que quienes más se benefician de la ciudad contribuyan a sostenerla”.

Sus críticos —principalmente representantes empresariales— advierten que el aumento podría provocar fuga de inversiones. Pero sus defensores responden que Nueva York sigue siendo un imán económico global, y que una ciudad más equitativa atrae talento, no lo aleja.

Mamdani también ha destacado por su compromiso con los derechos de inmigrantes, la reforma policial, la justicia social y la representación de comunidades que históricamente habían sido poco escuchadas en la política neoyorquina. Su identidad —como musulmán, afro-asiático, educado y joven— le da una lectura simbólica muy fuerte: refleja una ciudad que cambia y un liderazgo que aspira a reflejarla.

Pero no todo ha sido fácil para él. Su campaña también enfrentó ataques islamófobos y esfuerzos para cuestionar su idoneidad por su origen o religión.  Su victoria, pese a esos desafíos, lo convierte en un símbolo de transformación y de esperanza para todos aquellos que buscan ver en la política urbana una voz que los represente.

Qué más estaba en la boleta y cómo quedaron los resultados

Las elecciones del 4 de noviembre no solo definieron la alcaldía, sino que también incluyeron una serie de cargos clave y referendos municipales que reflejan el nuevo mapa político de la ciudad.

Alcaldía

Como ya se mencionó, Mamdani ganó con aproximadamente 1,036,051 votos (50.4 %) frente a Cuomo con 854,995 votos (41.6 %) y Sliwa con 146,137 votos (7.1 %).

Concejo Municipal y otros cargos

El Concilio Municipal de Nueva York vio una oleada de victorias de candidatos progresistas alineados con el movimiento de Mamdani. Esto sugiere que la alcaldía tendrá mayor respaldo legislativo para sus propuestas, reduciendo el riesgo de bloqueos severos. Además, se renovaron cargos como alguacilías, presidentes de boroughs (distritos), y otros puestos municipales que, aunque con menos cobertura, son esenciales para la implementación de políticas ciudadanas.

Referendos y cuestiones ciudadanas

Varios referendos que figuran en la boleta incluyeron medidas para:
 Financiar mejoras al transporte público y ampliar la tarifa gratuita o reducida.
 Incrementar el financiamiento para vivienda asequible y asistencia habitacional.
 Expandir el control comunitario sobre desarrollos urbanos y espacios públicos.

Estos resultados reflejan un electorado que no solo votó por un candidato, sino por una agenda.

Según analistas, la combinación de votación mayoritaria para la alcaldía y aprobación de propuestas vinculantes muestra que los neoyorquinos quieren acción concreta, no solo promesas.

Geografía electoral

El mapa electoral reveló patrones interesantes: Mamdani dominó en Brooklyn, Queens y partes de Manhattan, mientras que Cuomo logró más votos en el Bronx y Staten Island.

Sin embargo, estos últimos no fueron suficientes para revertir la ventaja del ganador. La alta participación de jóvenes y minorías en distritos tradicionalmente menos movilizados fue clave para el triunfo de Mamdani.

Implicaciones para la gobernabilidad

El hecho de que una mayoría progresista gane la alcaldía y consolide apoyo en el Concejo Municipal indica que el cambio no deberá ser únicamente simbólico, sino institucional. Sin embargo, los retos son grandes: la ciudad enfrenta crisis de vivienda, transporte, presupuesto y seguridad. Mamdani inicia su mandato con altas expectativas y una agenda ambiciosa. El margen de maniobra dependerá no solo de su capacidad política, sino del contexto de cooperación con el estado de Nueva York, el gobierno federal y los sectores privados.

Hito Histórico

La elección del 4 de noviembre de 2025 en Nueva York marca un hito. La victoria de Zohran Mamdani no solo es un triunfo individual, sino el reflejo de una transformación política profunda: una ciudad más diversa, un electorado movilizado y una agenda centrada en la gente común.

Para los latinos, inmigrantes y comunidades de color, este resultado representa una demostración de que la política urbana puede abrirse y responder a nuevos liderazgos.

Participación récord, resultados amplios, una coalición generacional y una plataforma de cambio hacen de esta elección uno de los momentos más importantes en la historia reciente de Nueva York.

Ahora la pregunta es: ¿podrá Mamdani transformar promesas en políticas efectivas? El reto es mayúsculo, pero la oportunidad también lo es. En una ciudad con costos de vida astronómicos, transporte saturado y vivienda inaccesible, un liderazgo que pone a la mayoría primero puede marcar la diferencia.

Nueva York eligió otro rumbo. Y con ello envía un mensaje claro: cuando las comunidades se organizan, cuando las voces diversas se escuchan y cuando las políticas reflejan a la mayoría, el poder también cambia. Y ese mensaje tiene un valor especial para los latinos y todos los que creen que otra ciudad —y otro país— es posible.