El 30 de noviembre de 2013, Paul Walker sufrió un fatal accidente que acabó con su vida en Santa Clarita, California. Once años después, muchos de sus fans todavía esperan que el actor, conocido por interpretar a Brian O’Conner en la saga Fast & Furious, vuelva a la vida. Sin embargo, eso no sucederá.
Paul murió en el accidente antes de que terminara el rodaje de la séptima entrega de la franquicia, y años tras años de su muerte, sus compañeros de casting, familiares y seguidores lo recuerdan.
Walker, cuyo papel en la séptima película se completó utilizando tecnología CGI, apareció en la franquicia en cinco entregas en las que interpretó a O’Conner.
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Paul Walker murió tras estrellar su coche y éste se incendió por exceso de velocidad. El auto chocó contra un poste de luz y dos árboles en la curva de la calle Hércules, en Valencia, Santa Clarita, California, a una velocidad de aproximadamente 72 km/h; Tras el impacto, el vehículo estalló en llamas. El accidente fue filmado por una cámara de seguridad de la calle.
Las autoridades determinaron que su socio y amigo Roger Rodas conducía el auto, mientras que Walker era el pasajero. El Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles declaró que ambas víctimas murieron en el lugar.
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