En septiembre de este año el rapero Sean ‘Diddy’ Combs arrestado en Manhattan, Nueva York. Enfrenta cargos de tráfico sexual, trabajos forzados, trata de personas, delitos de narcóticos, secuestro, soborno y obstrucción de la justicia.
Después de su arresto, han surgido muchas más denuncias y pruebas en el caso, por lo que Vender su lujosa mansión en Beverly Hills, California, no está siendo fácil para él a tu equipo de agentes inmobiliarios. La propiedad entró en el mercado antes de que arrestaran al rapero.
La mansión está disponible por $61 millones de dólares y desde un principio se dijo que la propiedad sólo sería mostrada a potenciales clientes. Sin embargo, recientemente ‘TMZ’ tuvo acceso a fuentes del mercado inmobiliario que aseguran que casi nadie se ha interesado por el lugar, ya que desde que se puso a la venta ha sido visitado muy pocas veces.
Además de que pocas personas dan el paso de visitar el lugar y mostrar interés, los que lo hacen parecen querer salir corriendo del lugar cuando entran. Una fuente dijo a ‘TMZ’ que una pareja vino a recorrer la casa, pero estaba desesperada por salir. Esa misma fuente le dijo al medio que la casa ahora tiene un “factor asqueroso”.
Hay que recordar que muchos de los delitos de los que se acusaba a Diddy ocurrieron durante grandes fiestas que organizaba en sus mansiones, aunque la protagonista de todos los casos es la residencia en Miami, Florida.
Por otro lado, debemos recordar que en marzo de este año esta mansión fue allanada por agentes de Seguridad Nacional.
Los agentes inmobiliarios también aseguran que Diddy pide una cifra demasiado alta por la propiedad que ocupa un lote de 1,3 acres y que incluye una casa principal de 17,000 pies cuadrados. Por otro lado, destacan que durante la temporada navideña es más difícil vender cualquier propiedad.
Sigue leyendo:
• Sean “Diddy” Combs solicita la liberación bajo fianza de 50 millones de dólares antes de su juicio
• Sean “Diddy” Combs agradece el apoyo de sus hijos en medio de su proceso legal
• Sean “Diddy” Combs celebró 55 años de prisión con una comida “sencilla”
