En una entrevista concedida a EFE este miércoles, el actor explica los motivos que le llevaron a crear él mismo este documental, su acercamiento al mundo del chamanismo y la medicina tradicional, y reflexiona sobre la sociedad actual en materia de salud mental o bienestar. colectivo.
Un trabajo para “neutralizar prejuicios”
«En un determinado momento de mi vida tuve una crisis grave cuando tenía poco más de treinta años después de haber iniciado la profesión de actor con mucho éxito, entonces todo se descarriló y entendí que había algo en mi configuración que no iba bien y Busqué nuevos referentes», explica el actor por su casi necesario acercamiento al mundo de la medicina tradicional y la meditación.
Como reconoce el propio actor, su objetivo con este documental es abrir nuevas vías para que una sociedad que vive en una constante crisis de ansiedad encuentre nuevas formas de resolver sus problemas de salud mental y bienestar a través de la exploración personal y la conexión con métodos vegetales ancestrales cuyas El funcionamiento está comprobado.
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“Lo que me interesa es posibilitar esa conversación, por eso la película está escrita en primera persona de una manera muy subjetiva, tratando de ser muy honesta con mis luces y sombras, y me expongo mucho en el documental”, dice Alonso ( Vigo, 1971), quien es consciente del peligro de que un europeo blanco llegue a América Latina para difundir el chamanismo y las formas meditativas.
Han pasado diez años desde que el ahora documentalista sintió esa conexión con México, el proyecto es también una “carta de amor” al país, cuando durante una estadía de trabajo se abrió inesperadamente la puerta al mundo de la medicina tradicional, algo que mejoró. su vida en muchos sentidos y quiere compartirla con el público.
“(El tema) está rodeado de una batería de prejuicios y lo que intento es neutralizar esos prejuicios y poner las herramientas sobre la mesa para hablar en términos de salud mental, casi de Salud Pública”, enfatiza.
