La consternación y el repudio se apoderaron este martes de Haití tras la reciente masacre de más de 180 personas en Cité-Soleil, la mayor barriada del país, ordenada por el jefe de la banda Wa Mikano (‘Rey Mikano’).
La zona de la masacre permaneció hoy inaccesible debido a la prohibición impuesta por el líder de la banda que impedía a nadie salir del lugar donde tuvo lugar la masacre durante el fin de semana, con el pretexto de que uno de sus hijos había sido sometido a brujería
Hasta este martes, las autoridades centrales, judiciales o policiales no habían tomado ninguna medida concreta para entrar en esta zona, donde la población vive desde hace varias décadas en condiciones inhumanas, bajo las órdenes de bandas armadas.
Sin embargo, las actividades se desarrollan con normalidad en empresas públicas y privadas, así como en escuelas, en la parte de Puerto Príncipe bajo patrulla policial, aunque en determinadas ocasiones se escuchan disparos.
La Policía y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, esta última bajo el liderazgo de Kenia, continúan sus operaciones en determinados lugares como Nazon y Delmas 6, en la capital.
Por otro lado, en el escenario de la masacre, Cité-Soleil, donde la mayoría de las personas asesinadas eran ancianos, no ha habido acciones concretas por parte de la Policía Nacional ni de la Misión Multinacional.
Este fin de semana fue la segunda masacre este año perpetrada en el país, apenas dos meses después de que a principios de octubre unas 115 personas fueran asesinadas por una banda, en la localidad de Pont Sondé, a unos 100 kilómetros de la capital.
Desde 2018 hasta hoy, Haití ha sufrido más de una treintena de masacres por parte de grupos armados que causan estragos en el país, que han costado la vida a cientos de personas, algunas de las cuales murieron quemadas, a las que hay que sumar decenas de mujeres. y niñas víctimas de violación colectiva.