back to top

Hallazgo que sorprende a los biólogos: las plantas también "mienten", perjudicando a sus rivales en beneficio propio

- Advertisement -


Las plantas han sido tradicionalmente vistas como organismos pasivos, limitados a responder de manera automática a su entorno. Una visión que ha ido cambiando a lo largo de los años. De hecho, un nuevo estudio desafía esta percepción al sugerir que las plantas no solo detectan a sus vecinas, sino que también pueden engañarlas con señales falsas. Este descubrimiento cambia radicalmente nuestra comprensión de la ecología vegetal y plantea preguntas fundamentales sobre la evolución de la comunicación en el mundo natural.

Investigadores de la Universidad de Oxford y la Vrije Universiteit Amsterdam han utilizado modelos matemáticos para evaluar la viabilidad de que las plantas adviertan a sus compañeras sobre ataques inminentes de herbívoros. Su conclusión es sorprendente: las plantas no evolucionaron para ser altruistas, sino que pueden beneficiarse de engañar a sus vecinas. “Nuestros resultados indican que es más probable que las plantas se comporten de manera engañosa con sus vecinos, en lugar de actuar altruistamente”​, explica Thomas Scott, autor principal del estudio.

¿Cooperación o competencia? Un dilema evolutivo

Desde hace años, los científicos han observado que cuando una planta es atacada por herbívoros, otras en su entorno comienzan a activar sus defensas. Se creía que esta respuesta se debía a una advertencia intencionada de la planta atacada, pero este nuevo estudio cuestiona esa interpretación.

Según los modelos matemáticos de Scott y su equipo, es extremadamente improbable que las plantas evolucionen para advertir a sus competidoras, ya que esto no les aporta ningún beneficio evolutivo. “Las plantas compiten con sus vecinas por recursos como la luz y los nutrientes, por lo que no les conviene ayudarlas”​. De hecho, el estudio sugiere que algunas pueden incluso beneficiarse de enviar señales falsas, haciendo creer a las plantas cercanas que están en peligro cuando en realidad no lo están.

Parece que las plantas no son tan cooperativas como pensábamos. Fuente: ChatGPT / Eugenio Fdz.

El engaño en el reino vegetal: una estrategia de supervivencia

Los resultados del estudio sugieren que las plantas pueden emitir señales de alarma falsas para que sus vecinas desperdicien energía activando costosos mecanismos de defensa. Este tipo de comportamiento se conoce como señalización deshonesta, un fenómeno bien documentado en animales pero apenas explorado en plantas.

Nuestros resultados indican que es más probable que las plantas se comporten de manera engañosa con sus vecinos, en lugar de actuar altruistamente

Thomas Scott

Las defensas de las plantas, como la producción de compuestos tóxicos o estructuras más resistentes, requieren un gasto energético considerable. Si una planta logra inducir a su vecina a activar estas defensas sin necesidad real, puede obtener ventaja en la competencia por los recursos. Esto hace que la señalización deshonesta sea una estrategia evolutivamente viable, al menos temporalmente.

Hipótesis sobre cómo las redes micorrícicas transfieren información entre plantas. Las vías propuestas incluyen: (azul) señalización activa de la planta atacada; (cian) señales involuntarias; y (naranja) monitoreo y señalización por la red micorrícica. Figura creada con BioRender.com. Fuente: PNAS

Dos explicaciones alternativas: señales inevitables y hongos espías

Si las plantas no se comunican altruistamente, ¿cómo se explica que otras activen sus defensas cuando una es atacada? El estudio propone dos hipótesis alternativas para explicar este fenómeno.

Señales inevitables: las plantas no pueden evitar delatarse

Cuando una planta es atacada por un herbívoro o patógeno, su fisiología cambia de manera inevitable. El daño causa la liberación de compuestos químicos en el aire y a través de sus raíces, señales que pueden ser detectadas por otras plantas cercanas. Según esta hipótesis, la planta atacada no está enviando una advertencia voluntaria, sino que simplemente no puede evitar emitir estas señales, del mismo modo que los humanos no pueden evitar sonrojarse cuando sienten vergüenza​.

Estos compuestos incluyen moléculas volátiles y señales transmitidas a través de la red de hongos micorrícicos. Las plantas vecinas, al percibir estas sustancias, activan sus defensas como una medida preventiva. Sin embargo, esto no implica cooperación entre las plantas, sino simplemente una forma de “escuchar” lo que ocurre a su alrededor.

El estudio sugiere que esta reacción podría ser un caso de aprovechamiento involuntario: las plantas no comunican intencionalmente su estado, pero las demás aprenden a interpretar esas señales en su propio beneficio. En términos evolutivos, esto explicaría por qué se observa una respuesta defensiva en plantas cercanas sin necesidad de que exista un acto altruista.

De la misma forma que los humanos no pueden evitar sonrojarse cuando sienten vergüenza, las plantas atacadas liberan señales químicas involuntarias que sus vecinas pueden detectar, sin que ello implique una comunicación intencionada. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

Hongos espías: una red subterránea de vigilancia

La segunda hipótesis plantea que los hongos micorrícicos podrían estar desempeñando el papel de “vigilantes” del ecosistema. Estas redes fúngicas, que conectan las raíces de distintas plantas, permiten el intercambio de nutrientes, pero también podrían transmitir información sobre amenazas.

Los investigadores sugieren que los hongos podrían detectar cuándo una planta está bajo ataque y luego transmitir esta información a otras plantas conectadas a la misma red. “Quizás sean las propias redes fúngicas las que están enviando las señales de advertencia”​, señala Thomas Scott, autor principal del estudio.

Desde el punto de vista evolutivo, esto tiene mucho sentido. Los hongos dependen de plantas saludables para obtener los carbohidratos que necesitan, por lo que proteger a sus “socias comerciales” podría ser una estrategia beneficiosa. Si las plantas de una red fúngica están en mejor estado, los hongos también prosperan.

El estudio también plantea que este sistema de alerta fúngico podría haber evolucionado como un mecanismo de autoprotección. Un hongo que ayuda a proteger a las plantas de su red aumenta sus probabilidades de supervivencia, ya que un ecosistema más sano le garantiza una fuente constante de nutrientes.

Competencia disfrazada de comunicación

Estas dos hipótesis explican por qué las plantas cercanas reaccionan cuando una vecina es atacada, sin necesidad de que haya cooperación activa entre ellas. La clave, según este estudio, no está en la comunicación altruista, sino en procesos evolutivos que favorecen la competencia y la supervivencia de los más aptos.

Visión artística de ua estructura microscópica que emula un hongo micorrícico, mostrando sus delicados filamentos y esporas. Estos hongos forman redes subterráneas que conectan las raíces de las plantas, facilitando el intercambio de nutrientes y señales químicas esenciales para la comunicación entre especies vegetales. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

El papel de las redes subterráneas en la comunicación vegetal

El estudio también arroja luz sobre el “wood wide web”, una red subterránea de hongos micorrícicos que conecta las raíces de distintas plantas y permite el intercambio de recursos e información. Se ha especulado que a través de esta red, los árboles podrían “advertirse” entre sí sobre amenazas.

Sin embargo, el nuevo análisis sugiere que, en lugar de un acto altruista, esta comunicación podría ser impulsada por el interés propio de los hongos. Si un hongo detecta que una de sus plantas asociadas está bajo ataque, podría enviar señales a otras plantas de la red para que refuercen sus defensas y garantizar así su propia supervivencia.

Las implicaciones de este descubrimiento

Estos hallazgos tienen importantes repercusiones en nuestra comprensión de la ecología vegetal y en la agricultura. Si las plantas no advierten a sus vecinas, sino que compiten activamente con ellas, es posible que muchas interacciones vegetales hayan sido malinterpretadas.

Por otra parte, si los hongos realmente juegan un papel en la comunicación entre plantas, podría abrirse una nueva vía para mejorar los cultivos mediante la manipulación de redes micorrícicas. Entender cómo los hongos facilitan la resistencia a herbívoros podría permitirnos diseñar sistemas agrícolas más resilientes sin necesidad de pesticidas.




Fuente :MuyInteresante.com


- Advertisement -

Relacionados
Related

Las Calientes