hackers norcoreanos obligan a imponer presencialidad y más controles
Lo que parecía un debate sobre la productividad del teletrabajo se ha transformado en una cuestión de supervivencia empresarial. Coinbase, nacida como compañía digital y gran defensora del trabajo remoto, ha decidido endurecer su política tras descubrir intentos sistemáticos de infiltración por parte de hackers norcoreanos. La seguridad ya no admite concesiones.
Un cambio forzado por la amenaza
Coinbase exige ahora que todos los nuevos empleados viajen a Estados Unidos para una orientación presencial. Quienes accedan a información crítica deberán ser ciudadanos estadounidenses y pasar controles biométricos como la toma de huellas.
El motivo es contundente: el FBI y la propia empresa han detectado que grupos norcoreanos buscan infiltrarse en su plantilla remota para robar información y criptomonedas. Estos hackers no actúan solos; cuentan con cómplices en territorio estadounidense que reenvían portátiles, participan en entrevistas virtuales y crean empresas pantalla para encubrir sus operaciones.
Pyongyang y las criptomonedas
El régimen norcoreano considera el robo de criptodivisas una fuente de financiación estatal clave, que también respalda su programa de armas nucleares. Solo en 2024, se le atribuye el robo de 1.400 millones de dólares del exchange Bybit.
Brian Armstrong, CEO de Coinbase, alerta de que cada trimestre parece surgir un nuevo ejército de candidatos falsos, altamente cualificados, preparados para engañar los filtros de selección. “Es como si se graduaran 500 cada trimestre”, ironiza.
Seguridad interna bajo presión
El riesgo no proviene solo del exterior. Coinbase ha detectado sobornos de cientos de miles de dólares a trabajadores para filtrar datos de clientes. Algunos llegaron a introducir teléfonos móviles en zonas restringidas para fotografiar pantallas con información sensible.
La compañía ha reaccionado blindando sus operaciones: empleados trabajando con Chromebooks seguros, acceso limitado a datos y controles mucho más estrictos. Armstrong lo resume de forma tajante: “Cuando pillamos a alguien, no le acompañamos a la puerta; va a la cárcel”.

Un precedente en la batalla del teletrabajo
Coinbase ha inaugurado una nueva oficina en Carolina del Norte para centralizar funciones críticas y reforzar la seguridad. Las entrevistas incluyen ahora la obligación de mantener la cámara encendida, para evitar suplantaciones o instrucciones externas en tiempo real.
Este caso marca un punto de inflexión en la cultura del trabajo remoto. Si una compañía tecnológica de primer nivel no logra garantizar la seguridad de sus operaciones a distancia, ¿qué pueden esperar otras? Sectores como las finanzas, la defensa o la propia tecnología podrían ver revertida la normalización del teletrabajo que trajo la pandemia.
Fuente: Xataka.
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