Ni una nueva receta, ni uno de los cinco sabores básicos (dulce, saldado, amargo, ácido y umami), ni una técnica culinaria… ¿qué es entonces el koku? ¿y el kokumi? Podrían sonarte a personajes de Pokémon, pero no, en realidad estos términos se utilizan para definir una sensación que enriquece el sabor y aumenta su intensidad y que experimentamos al comer algunos alimentos o guisos.
“Koku tiene su origen en Japón, y en la cultura japonesa utilizan esta palabra para describir una sensación en boca. Literalmente la traducción es richness en inglés, que en español podría ser exquisitez o simplemente rico”, explica a Webconsultas Nabila Rodríguez Valerón, doctora en Ciencias Gastronómicas del Basque Culinary Center y la Universidad de Harvard y autora de la tesis ‘The potential of Koku as a new taste enhancer in food’1 que analiza la capacidad del koku como potenciador del sabor de los alimentos.
Muchas veces, afirma Nabila, carecemos de palabras para describir por qué algo está rico, y quizás la respuesta la tenga la sensación koku, que los japoneses describen como la última capa de sabor que une todos los sabores anteriores para dar redondez y que se podría traducir como complejidad en boca.