Esto ha provocado que las familias tengan que caminar largas distancias hasta los pocos tanques disponibles para llenar bidones y obtener entre 12 y 16 litros de agua para poder sobrevivir, mientras las bombas siguen cayendo.
Médicos Sin Fronteras (MSF) acusó este martes a Israel de bloquear el acceso al agua en la Franja de Gaza, mediante el corte de suministro eléctrico e impedir que entre combustible al enclave, como “otra arma de guerra” contra la población gazatí.
“Esta nueva oleada de bombardeos ha matado a miles de personas en menos de un mes”, afirmó la coordinadora de agua y saneamiento de MSF en Gaza, Paula Navarro, en un comunicado.