Faride Raful se conmueve al hablar de su familia
Durante una reciente entrevista, la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, compartió reflexiones personales sobre los efectos positivos de la conectividad en comunidades rurales y sobre su experiencia como madre, revelando una faceta más humana de su vida pública.
Raful destacó el impacto tangible que tuvo la instalación de internet en una comunidad apartada, donde antes las personas tenían que desplazarse hasta seis kilómetros para poder comunicarse. Narró el caso de un residente que, al recibir la conexión, pudo hablar desde su casa con su hija en Estados Unidos por primera vez, mostrando la profunda emoción que generó ese avance.
Para Raful, este tipo de proyectos no solo mejora la calidad de vida, sino que impulsa el desarrollo y la cohesión social en comunidades históricamente marginadas.
Sobre su vida familiar, Raful expresó que su rol más importante es ser madre, y compartió detalles íntimos sobre el nacimiento de su hijo Gastón. Recordó con humor y emoción cómo supo que estaba embarazada, cómo fue el proceso de parto y cómo cambió su vida desde entonces. Aunque no buscaba un embarazo en ese momento, lo recibió como una bendición que transformó su visión del mundo.
Destacó que mantiene una excelente relación con el padre de su hijo, Carlos, a quien considera su mejor amigo y con quien comparte de manera armónica la crianza de Gastón. A pesar de la separación, ambos han priorizado siempre el bienestar emocional y el desarrollo del niño, criando un hijo con amor, estabilidad y colaboración mutua.
Faride confesó que su tiempo con Gastón es innegociable, incluso en medio de campañas electorales o compromisos oficiales. Aunque ha tenido que ausentarse en algunos momentos importantes de su crecimiento, como graduaciones escolares, ha procurado siempre que su hijo esté rodeado de afecto familiar. Reconoció, además, el constante sentimiento de culpa que enfrentan muchas madres trabajadoras al intentar equilibrar responsabilidades profesionales y personales.
Entre anécdotas divertidas, como sus visitas obligadas a zoológicos y tiendas de juguetes, y momentos de reflexión, Raful reafirmó que su hijo le enseña tanto como ella a él. Para ella, la maternidad es una fuente constante de crecimiento, y su mayor deseo es formar un ser humano justo, íntegro y consciente de su rol en el mundo.
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