Venezuela y Haití, los países más vulnerables ante el cambio climático y con menos recursos para responder
América Latina y el Caribe se consolidan como la segunda región más vulnerable al cambio climático en el mundo, solo por detrás de África, según un nuevo índice desarrollado por la Universidad de Columbia y la Fundación Rockefeller. Ocho países de la región se ubican entre el 30% más vulnerable del planeta, liderados por Venezuela y Haití.
El estudio, presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas para la Financiación al Desarrollo en Sevilla, combina tres factores clave: exposición al riesgo climático, gobernanza y capacidad financiera. De los 188 países analizados, Venezuela, Haití, Belice, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras y Bolivia están en la “zona de alto riesgo”, afectando a una población conjunta de unos 105 millones de personas.
La deuda externa y la limitada capacidad de acceso a capital de muchos de estos países agravan su situación, encareciendo el costo de adaptación y relegando las inversiones climáticas. “Las agencias de calificación crediticia les rebajan repetidamente la calificación, lo que aumenta su coste de capital y pone la adaptación fuera de su alcance”, advierte Amy Campbell, coautora del estudio.
El índice contempla escenarios pesimistas y optimistas hasta 2050 y 2080. En el caso de América Latina, solo 13 países muestran un riesgo entre bajo y medio en el escenario optimista para 2050, con Guyana destacándose por encima de economías mayores como Chile, México y Panamá. Países como Brasil, Colombia y Argentina se ubican en riesgo medio, pero en la frontera con el alto riesgo.
El informe también lanza una crítica al actual sistema financiero global, que, según Lyana Latorre, de la Fundación Rockefeller, “se queda corto para enfrentar los desafíos de la crisis climática”. Tanto Latorre como Campbell coinciden en que el financiamiento climático debe centrarse en subvenciones, no en más deuda.
Los resultados del estudio son un llamado urgente a cambiar las reglas del financiamiento climático y a priorizar inversiones en los países más vulnerables, que, pese a haber contribuido muy poco al calentamiento global, enfrentan las consecuencias más graves.
Con informaciòn de el periòdico El Paìs
FUENTE EL PAÌS