‘Nuestra hermana murió de cáncer por las teorías conspirativas de nuestra madre’
‘Nuestra hermana murió de cáncer por las teorías conspirativas de nuestra madre’
Gabriel y Sebastián Shemirani contemplaron con inquietud cómo su madre, Kate, ganaba notoriedad durante la pandemia, hasta que finalmente fue desvinculada de su puesto como enfermera por propagar datos equivocados sobre la covid-19.
Posteriormente, a su hermana Paloma le detectaron cáncer. Los médicos le indicaron que tenía buenas posibilidades de superar la enfermedad con quimioterapia. Sin embargo, en 2024, siete meses después, falleció tras declinar el tratamiento.
Los hermanos responsabilizan a las teorías conspirativas antimedicamento de su madre por el deceso de Paloma a los 23 años. Según informan los oncólogos a BBC Panorama, estas creencias están ganando cada vez más terreno.
Kate Shemirani no ha respondido directamente a las acusaciones planteadas, pero ha señalado públicamente al NHS como culpable de la muerte de su hija.
Ella y su exesposo, Faramarz Shemirani, padre de Paloma, nos enviaron un mensaje afirmando poseer evidencias de que “Paloma falleció como resultado de intervenciones médicas realizadas sin diagnóstico confirmado ni consentimiento legal”. La BBC no ha recibido ninguna prueba que respalde estas afirmaciones.
El hermano mayor de Paloma, Sebastián, declara: “Mi hermana perdió la vida como consecuencia directa de las acciones y creencias de mi madre, y no deseo que nadie más experimente el mismo dolor ni la misma pérdida que yo”.
Ambos hermanos aseguran que se pusieron en contacto conmigo para hablar sobre Paloma con el objetivo de evitar otras tragedias, y consideran que las redes sociales deberían actuar con mayor firmeza contra la desinformación médica, la cual, según ha constatado la BBC, se promueve activamente en varios sitios web relevantes.
“No pude impedir la muerte de mi hermana. Pero sería muy significativo para mí si pudiera evitar que sea una más en la larga lista de personas que mueren de esta manera”, expresa Gabriel. Para el podcast Marianna in Conspiracyland 2 de Panorama y BBC Radio 4, reconstruí cómo esta joven graduada de Cambridge llegó a rechazar un tratamiento que podría haberle salvado la vida, siguiendo un rastro en línea y entrevistando a personas cercanas.
Y descubrí que influencers de teorías conspirativas como Kate Shemirani están compartiendo con millones de personas opiniones antimedicina que antes eran marginales, lo que puede exponer a personas vulnerables a sufrir daños serios.
Teorías conspirativas en la educación familiar
Paloma y su gemelo Gabriel, junto con Sebastián y su hermana menor, crecieron en Uckfield, un pequeño pueblo de Sussex, donde, según relatan sus hermanos, estuvieron expuestos a ideas conspirativas en el hogar.
La banda sonora de sus días escolares, según Gabriel, era la voz del teórico conspirativo Alex Jones, quien hablaba de cómo el tiroteo en la escuela de Sandy Hook fue una farsa o de que el 11-S fue un acto interno.
Los hermanos indican que fue su padre quien se inclinó por las teorías de la conspiración, lo que despertó el interés de su madre. Los niños absorbieron conceptos extraños, como que la Familia Real eran reptiles que cambiaban de forma, cuenta Gabriel. «De pequeño, confías en tus padres. Así que lo percibes como una verdad», señala.
Sebastián cree que su madre utilizó sus ideas para dominarlos. En una ocasión, Kate Shemirani decidió que el wifi era perjudicial y lo desconectó en casa, relata, ignorando las súplicas de que necesitaba entregar los trabajos del GCSE. «Eso solo aumentó la satisfacción que sentía al usar su sistema irracional de creencias para controlarme», afirma.
Según sus hijos, las posturas antimedicinales de Kate Shemirani se agudizaron en 2012, cuando le diagnosticaron cáncer de mama.
Aunque le extirparon el tumor mediante cirugía, atribuye su recuperación a terapias alternativas y narra en línea cómo siguió un programa que incluía jugos y enemas de café para «estar libre de cáncer». No emplea la palabra «curada».
Paloma adoptó algunas de estas ideas, dice Chantelle, una de sus mejores amigas del colegio. «Paloma comentaba que su madre se estaba recuperando y creía que el protector solar podía provocar cáncer. Recuerdo que se quemaba mucho en el colegio», relata.
Tras la separación de sus padres, Gabriel y Sebastián se alejaron de su madre. Pero Paloma mantuvo el vínculo con ella, incluso cuando se mudó a Cambridge en 2019 para estudiar.
«La estrategia de Paloma era calmar, ser amable, intentar ganarse el afecto que antes no le habían dado», dice Sebastián.
Los mensajes que Paloma compartió con su entonces novio, Ander Harris, y que él ha compartido con la BBC, revelan una relación con su madre que tuvo momentos de ternura y cariño, pero también instantes en los que Paloma la percibió como tóxica y abusiva.
Durante la Navidad de 2022, le confesó a Ander que su madre la culpaba de que otros niños no volvieran a casa por Navidad. «Estoy harta de que abusen de mí», escribió, sugiriendo con un improperio que este trato ocurría con frecuencia. (Fuente…)
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