“Apartamento Cloaca”: el drama de una inquilina en Harlem
“Y no es exageración. Ese daño no nos ha dejado tener una vida normal. Nosotros nos mudamos aquí con mi esposo y mis dos hijos, el 13 de diciembre del 2021, porque queríamos un apartamento más grande. Pero, desde que estamos aquí hemos ido perdiendo todo”, dice en un susurro, la joven madre, originaria de Chilpancingo, Guerrero. Una apacible y agresiva mezcla entre rabia, frustración desesperanza y agotamiento gobiernan sus palabras. “Es como si no le importaramos a nadie”.
Se imagina usted estar tomando una ducha en la bañera de su apartamento, y de repente, sentir cómo heces fecales, orina, pedazos de trapo, residuos de papel higiénico y otras partículas de excremento y desechos innombrables van inundando su cuerpo en cuestión de segundos.
Pues María Isabel Parra no tiene que imaginarselo. Ella ha tenido que vivir esa espantosa escena en múltiples ocasiones desde que se mudó a uno de los apartamentos del primer piso de un gigantesco edificio ubicado en el 1425 de la Avenida Amsterdam, entre las calles 130 y 131, en Harlem. El apartamento soñado “se volvió un monstruo” que se la carcome.