La mañana del domingo 22 de diciembre, una mujer estalló en llamas en el interior de un tren de la línea F estacionado en la que es su terminal sur, la estación Coney Island-Stillwell Avenue.
Este caso enciende alarmas en varios sentidos: desde la percepción de inseguridad hasta el debate sobre los delitos cometidos por personas que se encuentran en situación irregular en el país.
En un vídeo, que se volvió viral en todo el mundo, se ve a un hombre sentado en un banco en el andén del metro simplemente mirando cómo las llamas consumen a la mujer.
Aunque la policía y los trabajadores del metro lograron apagar a la víctima con un extintor, fue declarada muerta a las 7:48 am.
Horas más tarde, Sebastián Zapeta Calil, un ciudadano indocumentado de origen guatemalteco, de 33 años, fue detenido como sospechoso. Cuando fue detenido vestía la misma ropa que el hombre que aparece en los vídeos y además tenía entre sus pertenencias un encendedor, según informó la Policía.
Según los detalles que han trascendido, Zapeta Calil se encontraba en estado de ebriedad al momento de presuntamente cometer el crimen.
Trascendió que el guatemalteco había sido deportado en 2018 y posteriormente regresó al país en fecha desconocida y actualmente se encontraba viviendo en un albergue en la Gran Manzana.
Seria una persona sin hogar
Un portavoz de la Coalición para las Personas sin Hogar dijo: “Este horrible y sin sentido asesinato de una mujer sin hogar resalta el grave fracaso de nuestra ciudad para abordar la inexcusable falta de viviendas asequibles que deja atrás a tantos de nuestros miembros. comunidad a la situación de calle”.
En el mismo comunicado, la organización destacó “lo vulnerables que son las personas cuando tienen que dormir en espacios públicos”, asegurando que las personas sin hogar “tienen muchas más probabilidades de ser víctimas que perpetradores de actos violentos”.
Lo que dicen los usuarios del Metro
El colombiano Kevin Feria confirmó lo anterior y contó su experiencia cuando le tocó dormir en el metro de Nueva York durante su primer invierno en la ciudad. “El terror de tener que cuidar a los violentos que viajaban a unos metros me impidió dormir”.
“He impuesto algunas reglas para viajar en el Metro”, agregó Feria, quien está en proceso de obtener una visa de refugiado. “El primero es no meterse en problemas, pero también estar siempre alerta y tener vías de escape, porque ahí siempre hay enfermos mentales que suelen ser agresivos; Así que siempre huyo hacia otro auto cuando me los cruzo”, dijo.
Por su parte, el pasajero José González, de origen guatemalteco, coincidió con Feria en el sentido de que se siente inseguro en ese sistema de transporte. Acudió este jueves a realizar trámites al consulado de su país en Gramercy Park, y expresó que algunos enfermos que suben al metro “no quieren ni que los veas” porque sino se vuelven más agresivos.
La paradoja es que a pesar de la percepción de que los delitos dentro de este sistema de transporte han aumentado, la realidad es que han ido disminuyendo desde el pico que se presentó en la pandemia cuando aumentó a más del doble: de aproximadamente 1 de cada 2 millones de viajes (2019) a 1 cada 750 mil (2020).
¿¿Xenofobia a la vista?
Otra cosa que destacó este asesinato es que llega en un momento en que la narrativa del presidente electo Donald Trump contra la inmigración ilegal está creciendo.
En relación a este caso, el nombrado Zar de la Frontera, Tom Homan, dijo en entrevista para Fox News que “este es otro ejemplo de un inmigrante indocumentado matando a un ciudadano estadounidense”. Insistió en que “es algo que sucede casi a diario debido al número histórico de inmigrantes criminales caminando por las calles debido a la política de esta administración (Biden) y jurisdicciones santuario”.
Pero para quienes aquí intentan hacer realidad el sueño americano, las palabras de Homan son demasiado duras.
“Es injusto que la gente piense que todos los guatemaltecos somos iguales”, afirmó José González. “La mayoría venimos a trabajar y respetamos la ley”, reflexionó.
Además, informes han revelado en el pasado que los inmigrantes no están en la lista de personas que cometen más delitos en el país.
los cargos
Sebastián Zapeta Calil fue imputado por homicidio calificado e incendio intencional por la muerte de la mujer que hasta ayer aún no había sido identificada. Fue procesado el martes 24 y este viernes 27 tiene una nueva audiencia en el Tribunal Penal de Brooklyn.
Por su parte, el alcalde Eric Adams sugirió este jueves que los fiscales federales se hagan cargo del caso de Zapeta quien, aparte de los cargos impuestos por la Fiscalía del Distrito de Brooklyn, también podría recibir una acusación de la Fiscalía del Distrito Este de Estados Unidos. .
Una condena bajo la ley federal por incendio provocado con resultado de muerte podría resultar en una sentencia de 25 años a cadena perpetua.
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