Abraham Sosa, un joven de 21 años, fue detenido ayer por la policía cuando intentaba ingresar a un túnel del Metro de Nueva York en una estación del Bronx y luego descubrieron que portaba una ametralladora. cargado.
Los agentes de policía de Nueva York que patrullaban vieron al sospechoso pasar junto a un cartel de “Prohibido el paso” hacia la entrada de un túnel en dirección norte dentro de la estación Kingsbridge Road en las líneas B y D alrededor de las 4:30 pm del martes. mientras El país estaba celebrando elecciones presidenciales.
Cuando arrestaron a Sosa, se enojó y se resistió. Durante el arresto, Una ametralladora cayó de una bolsa que llevaba.según la policía.
dentro de la bolsa También había un cargador lleno de balas y otra pieza de arma.. Sosa, quien tiene dos arrestos previosfue acusado ayer de varios cargos relacionados con armas, incluida posesión de una ametralladora y municiones (25 balas), así como de agresión a un policía, resistencia al arresto y entrada ilegal, informó Noticias diarias.
Durante el arresto, un testigo se involucró y se peleó con agentes de policía, arrojó la cámara corporal de un agente a las vías del metro y robó el teléfono móvil de otrodijeron los funcionarios. Ese sospechoso, Christopher Mayren, fue acusado de obstrucción de la administración gubernamental, daños a la propiedad, posesión de propiedad robada y acoso agravado. Se informó que Mayren tuvo una detención previa.
Todos los cargos son meras acusaciones y los acusados se presumen inocentes hasta que se demuestre lo contrario en un tribunal.
A finales de octubre, un conserje del metro hizo un hallazgo particularmente sorprendente: un rifle de asalto de alto poder en un bote de basura en una plataforma en el Bajo Manhattan.
Violencia y noticias insólitas son constantes en el Metro de Nueva York, donde en lo que va del año se han registrado nueve homicidios. El mes pasado, la oficina del alcalde de Nueva York anunció nuevas medidas para hacer frente a las personas sin hogar en el metro. Al mismo tiempo, MTA enfrenta pérdidas millonarias debido al creciente número de usuarios que acceden al Metro y a los autobuses sin pagar. En 2023 se estimaba que unas 3.400 personas sin hogar vivían en vagones y estaciones de metro.
