Una semana después de que el Concejo Municipal aprobara, con muchos cambios, la propuesta del alcalde Eric Adams para abordar la terrible crisis de vivienda que enfrenta la Ciudad de Nueva Yorkahora la cámara presentó su propia estrategia para aumentar la participación comunitaria en temas relacionados con el uso de la tierra.
El plan’La Ciudad del Sí del alcaldepuso mucho más énfasis en reducir la burocracia para maximizar la construcción general de viviendas, con el objetivo de construir, lo más rápido posible, 80.000 nuevas unidades durante la próxima década.
Ahora, en paralelo, el Ayuntamiento quiere dar poder a la comunidad para revisar los planes de viviendaasí como comunicarse con los actores locales, durante el período previo a la certificación de uso de suelo.
Esta nueva estrategia contiene propuestas sobre cómo hacer avanzar los proyectos, incluida la eliminación del proceso de revisión ambiental, para proyectos de menos de 200 unidades y la reducción del período de precertificación requerido antes de que los desarrollos pasen por el Procedimiento uniforme de revisión del uso de la tierra (ULURP).
En este sentido, la presidenta del Ayuntamiento, Adrienne Adams, explicó con más detalle la terrible crisis inmobiliaria que afronta actualmente la ciudad. donde un tercio de los neoyorquinos gastan la mitad de sus ingresos en alquiler y la demanda de vivienda ha superado con creces la oferta.
“Tenemos muy pocos hogares para los neoyorquinos, imponer una carga desproporcionada a quienes realmente necesitan viviendas asequibles“, reforzó el líder municipal.
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El “Kit de herramientas de planificación y uso de la tierra” enumera varios elementos que el Concejo Municipal cree que deben considerarse en cada decisión sobre el uso de la tierra, tales como: ampliar la participación con las comunidades, obtener las viviendas más asequibles para cada proyecto, proporcionar empleos bien remunerados a los residentes del área y mejorar los espacios abiertos y el paisaje urbano.
La agenda de vivienda del Consejo incluye la aprobación de la legislación denominada “Marco de Vivienda Justa”, que profundiza los niveles de asequibilidad de la vivienda, preserva unidades más asequibles, tanto privadas como públicas, y aumenta la dotación de personal y la financiación de la agencia de vivienda en la ciudad.
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