Según New York Times, además, la naturaleza del trabajo, con horarios divididos, turnos breves y exigencias de responsabilidad, hace que el puesto resulte poco atractivo para nuevos aspirantes.
La ciudad de Nueva York enfrenta una preocupante escasez de choferes de autobuses escolares, un problema que ha repercutido directamente en la rutina de miles de familias, estudiantes y distritos escolares.
Aunque esta situación no es nueva, ha empeorado tras la pandemia y pone en riesgo la estabilidad del sistema de transporte estudiantil.
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