Sergio Torres es originario de Guerrero, México, pero llegó a Estados Unidos cuando tenía 12 años, junto con su madre y su hermano de 10 años. Ingresaron al país como indocumentados, estatus que no ha cambiado para él ni para su familia, aunque Sergio y su hermano están protegidos bajo el programa para los Llegados en la Infancia (DACA).
La incertidumbre ha sido una constante en su vida, hasta que logró ser contratado en el Consulado General de México en Nueva York, donde pensó que su situación podría cambiar positivamente, pero terminó siendo un problema adicional, en medio de una condición. se enfrenta. su madre, quien requiere constante asistencia hospitalaria y cuidados en casa.
¿Regresar a México? Ni siquiera pensar en ello. Sergio reconoce que no hay opciones para él ni para su familia en Guerrero, adonde huyó su madre tras sufrir violencia doméstica.
“Mi mamá es alguien que había sufrido violencia doméstica. Y ella era madre soltera”, dijo en una entrevista.
Aunque estudió Comunicaciones Empresariales, a Sergio no le ha sido fácil encontrar trabajo, por lo que confiaba en que el puesto que logró en el consulado en atención al cliente lo ayudaría a avanzar profesionalmente.
¿Cuándo trabajó en el consulado y cuál era su puesto?
Comencé a trabajar en el consulado en febrero de 2018 y trabajé en el turno vespertino a las órdenes de Andrea Cadena. Trabajé allí hasta el 2019. Luego renuncié, porque decidí volver a la universidad para terminar la carrera. Terminé la carrera, pasó toda la pandemia y regresé al consulado. Volví a trabajar en el turno vespertino en el 2021. En el turno vespertino comencé a trabajar con Graciela Rock Mora. En ese momento Graciela se fue. Después quedó a cargo Enrique Delgado Ríos, que ya no está en el consulado… me trasladaron a la Cónsul Angélica Amador en el turno de la mañana, trabajé en servicios en el Departamento de Documentación.
¿Cuándo empezaron los problemas?
Todo iba bien, o sea, si hablas con Graciela, si hablas con Enrique, si hablas con Angélica, no creo que tengan ninguna queja de mi parte. Nunca me llamaron la atención por faltas importantes…
En el turno de tarde fue más complicado, porque tenemos muy poca gente trabajando, con muchas citas, que era lo que el Sr. [Islas López] quería hacerlo. En ese momento, el hombre quería atender a la mayor cantidad de personas posible con una plantilla de cuatro personas.
¿Atender a más personas? ¿Cuánto tiempo tarda en promedio atender a una persona?
Desde que llegan a una cita inicial hasta que les entregan el pasaporte, puede pasar de una hora a una hora y media…
¿Pediste un número específico de personas para servir?
Me parece que en ese momento el señor pedía 125, 150 personas…
¿Cómo iban a lograrlo con una mínima hora de atención? Es decir, nunca alcanzaron la cuota.
Nunca salimos a tiempo. Fue muy complicado trabajar ese turno y todos los que estábamos allí tuvimos que echar una mano para poder realizar el trabajo. Él necesariamente quería números, por lo que si los números no se recibían, sí, el hombre se enojaría al día siguiente.
Sergio dice que en una ocasión se le olvidó poner su nombre en la ventana…
Lo olvidé por completo y luego bajó el hombre, estaba caminando. Estaba asistiendo a un conciudadano que le explicaba qué era un certificado municipal y cómo solicitar un certificado municipal. Entonces el señor se me acerca y me dice, por qué no me acreditas, literalmente, me gritó delante de todos, delante de mis compañeros, delante de la persona a la que estaba atendiendo… No lo hice. No hago nada más que colocar mi nombre arriba y continuar con la atención a la persona… [Pero] A partir de ahí se quedó conmigo. A partir de ahí se llevó bien conmigo.
El ‘Soñador’ explica que el cónsul general Islas López lo ignoraba en las reuniones y en horas de trabajo, mientras modificaba los horarios de trabajo para intentar cumplir objetivos.
El turno de mañana es de 7:00 de la mañana a 3:00 de la tarde. El señor quería que atendiéramos hasta las 4:00 de la tarde y aumentar nuestras citas. Me parece que quería aumentar 100 citas más, sin hora de comer y sin más dinero.
Entonces fue cuando me enojé más y comencé a hablar con mis compañeros y les comencé a decir que tendríamos que hacer huelga en lugar de organizarnos… [El cónsul usaba] la excusa de que en [en el Consulado en] Chicago sirvió más… Pues sí, en Chicago hacen más números porque tienen más gente, pero en Chicago el equipo de documentación es de 18 personas.
Sergio agrega que en Nueva York el equipo era de 12 personas en el área de documentación…
Entonces, bueno, esta situación sucede cuando trato de organizar a mis colegas. No sé si mis compañeros, si alguno, fue a decírselo directamente o si se documentaron en otros pasillos y la noticia llegó al señor… La primera semana de junio me mandaron una llamada, me mandaron a llaman a Diego Sandoval… y ahí es donde se produce el despido. La excusa que me dan para despedirme es que hay recorte presupuestario. Lo cual me parece muy gracioso, porque cuando me despidieron no sólo tuvieron que contratar a dos personas de otros pisos para que me ayudaran a hacer el trabajo que yo estaba haciendo, sino que también pudieron contratar a cuatro personas más.
Diego Sandoval Pimentel es responsable de Asuntos Jurídicos del Consulado General de México en Nueva York, pero no es abogado, sino licenciado en Negocios Internacionales, según su currículum oficial. ¿Cómo fue tu despido, Sergio?
Básicamente fue una emboscada. [en junio de 2023]. Se acaba la jornada de trabajo y me dice mi jefe, me dice Angélica, oye, el Cónsul Diego quiere hablar contigo… Por favor sube y habla con él… Subí y toqué su oficina y le dije: ‘Él Me envió a buscar’. Me dice que sí, que espere un segundo… Me quedo afuera esperando. Baja el señor de Administración, se me olvidó su nombre, Omar. [Alejandro Rivera Valderrábano]….
Angélica también sube, Angélica entra a la oficina de Diego y entonces me llaman… Y Diego me dice: ‘Estamos aquí porque queremos decirte que lamentablemente vamos a tener que prescindir de tus servicios o hay presupuesto’. corte y tú, tu nombre, salió de la nada así… No me opuse, no peleé ni intenté gritarles ni nada, porque no quería espectáculo. Soy parte de la comunidad LGBTQ, soy parte del grupo DACA, entonces no puedo tener problemas con la ley ni nada, porque mi estatus migratorio como persona DACA… Entonces lo que hice, bueno dije, bueno, sí, no. Hay un problema.
Como parte de la justificación del despido, a Sergio le dijeron que la cónsul María Fernanda Garrido Martín, encargada de Asuntos Económicos, había presentado una denuncia en su contra, aunque ella no era la jefa de Sergio ni él tenía relación alguna con ella. ¿Intentaste demandar, Sergio?
Después hablando con otros compañeros me informaron que podía demandar, pero no podía demandar, porque básicamente estoy al día. [con mis gastos]… Cuando me despidieron me dejaron en un estado muy vulnerable económicamente, porque también cuido a mi mamá. Mi madre tuvo algunas complicaciones médicas durante la pandemia y mi madre no puede trabajar. Entonces estoy al día con el alquiler, la comida, todos los gastos que conlleva tener una persona que no puede trabajar y que los está cuidando. Aunque había querido demandar, no pude hacerlo porque ni siquiera tenía los recursos económicos. Y el momento de hacerlo…
¿Qué otras acciones tomaste o qué otros consejos tuviste?
No, la verdad es que no podía hablar con nadie más, tenía que concentrarme en encontrar a alguien más. Poder, como te dije, poder pagar el alquiler y pagar mis ‘facturas’ y pagar para cuidar a mi madre.
Y en temas de inmigración, ¿no le afecta el hecho de haber perdido ese trabajo y ser despedido?
Me afectó en el sentido de que DACA estaba por expirar en el mes de octubre. Entonces tuve que dejar de trabajar por un tiempo, porque no tenía los recursos para renovar mi DACA cada vez…
Entonces eso sí me afectó, porque ahora hay como un hueco donde dice que no trabajé por un tiempo determinado.
Entonces, todavía estaba un poco vulnerable, porque si algo sucediera, digamos, una redada de inmigración o si la policía me detuviera, cualquier cosa. No tenía un estatus que pudiera protegerme.
Una situación vulnerable
Sergio, que tiene 33 años, dice que trabaja en una tienda minorista, que prefiere no especificar para evitar problemas.
Ella decidió contar su historia, luego de que este diario publicara las denuncias de acoso laboral y agresiones sufridas por 16 mujeres, aunque hay varios hombres que sufrieron lo mismo, pero prefirieron no hablar públicamente, por temor a represalias, o perder sus empleos. .
Tras las denuncias y publicaciones, Islas López declinó dirigir la Coordinación de Consulados de México por la propuesta por el canciller Juan Ramón de la Fuente, quien no se ha pronunciado sobre las denuncias de acoso que ahora son públicas y tienen un historial documentado. en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Sergio también lamenta que la contratación en varios puestos del consulado se base en “recomendaciones”, no en méritos.
La situación de Sergio es especialmente vulnerable, debido a su condición de ‘Dreamer’, inmigrante indocumentado, y a las enfermedades de su madre, quien tampoco recibió orientación ni ayuda del Consulado, a pesar de ser mexicana.
¿El Consulado le dio algún tipo de consejo a su madre, siendo mexicana, aunque indocumentada, para precisamente obtener algún tipo de beneficio médico?
“Ninguno. De hecho, el cónsul de Salud… terminó saliendo. No había, no había ningún cónsul encargado de salud”, explica.
Eso también sucedió en el período de las Islas López.
Este Diario intentó contactar al excónsul a través del área de Comunicación, pero no ha habido respuesta. Ni de la SRE.
