José Alfaro sabe que sus padres están orgullosos de él, que dejó el mundo de las pandillas y ahora camina por el país contando su experiencia.
“Sí, están orgullosos”, dijo riendo. “Aunque no saben lo que hago”.
Alfaro es la primera persona latina en liderar el Fondo de Acción para la Justicia Comunitaria, la principal organización del país para la prevención de la violencia armada centrada en las minorías.
En su rol como director ejecutivo, se concentra en las comunidades latinas y negras de todo el país, que se han visto afectadas de manera desproporcionada por esta violencia.
“La mayor parte de mi trabajo se basa en mis experiencias de vida”, dijo Alfaro. “Mis padres huyeron de una guerra civil en El Salvador, ellos llegaron a Nueva York y yo crecí en Jamaica, en el condado de Queens; Allí tuve experiencia con armas de fuego”.
También fue donde se involucró con las pandillas.
Los datos de 2022 del Cirujano General de EE. UU. muestran que 48.204 personas murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego, incluidos suicidios, homicidios y muertes no intencionales. Estas cifras superan en más de 8 mil a las de 2019 y en más de 16 mil a las de 2010.
Compañeros de trabajo, amigos y personal de la escuela que vieron potencial en Alfaro lo ayudaron a cambiar su perspectiva de la vida y decidió mantenerse alejado de las pandillas y continuar sus estudios. Logró graduarse con una licenciatura en psicología y realizó una maestría en artes, liderazgo y gestión de servicios interculturales.
Ahora, el trabajo de Alfaro es alzar la voz de las personas que han vivido experiencias con armas de fuego “para que podamos cambiar el punto de vista de cómo esto impacta a nuestras comunidades”.
Community Justice también apoya a las organizaciones comunitarias para obtener fondos federales y estatales para abogar por un cambio en las políticas de armas.
“La mayor parte del tiempo escuchamos sobre tiroteos masivos que ocurren en comunidades ricas”, dijo. “Pero en nuestras comunidades, la violencia armada ocurre todos los días”.