Nueva York es “la ciudad de los rascacielos”, pero también es “la ciudad de los restaurantes”. Y es que con casi 50.000 empresas alimentarias registradas en los cinco distritos, 17,219 en Manhattan y 15,603 en Brooklyn, La Gran Manzana ofrece una variada oferta gastronómicalo que ha ayudado a que un buen porcentaje de lugares para “ir a comer bien” tengan un enorme movimiento diario, donde se requiere reserva previa.
Pero aplicaciones, organizaciones y terceros que se han encargado de gestionar las reservas de mesas en estos sitios se están beneficiando de lo que las autoridades estatales llaman “el mercado negro” de reservas en restaurantesa quienes les darán su tatequieto con una ley que pretende poner fin a estas prácticas.
Esto es lo que anunció Kathy Hochul, gobernadora de Nueva York después de firmar su firma sobre la nueva legislación aprobada por la Asamblea y el Senado, que prohíbe los servicios de reserva de restaurantes terceros organizan reservas no autorizadas, evitando así un sobrecoste a los consumidores que han tenido que pagar para conseguir mesa en sus restaurantes favoritos y negando la posibilidad de probar esos lugares a quienes se niegan a pagar una reserva.
“Estamos acabando con el depredador mercado negro de reservas en restaurantes, protegiendo a los consumidores y a las empresas, y dando a todos la oportunidad de conseguir un lugar en la mesa, declaró el mandatario estatal. “Nueva York alberga algunos de los mejores restaurantes del mundo, y ya sea que regrese a su lugar local favorito o pruebe lo último en alta cocina, se merece un sistema justo”.
Pero según senadora estatal Nathalia FernándezLa nueva normativa no sólo protegerá el bolsillo de los comensales y garantizará que nadie tenga costes extra por querer cenar en restaurantes con mucha afluencia, sino que también ayudará a que los comercios no pierdan clientes y terceros no se lucren con sus ingresos. Por cierto, también garantiza que las mesas reservadas sean mesas utilizadas en beneficio de los trabajadores que viven de propinas.
“Esta legislación protege a los propietarios de restaurantes de Nueva York y a sus clientes al poner fin a las prácticas predatorias que explotan el proceso de reserva. “Esta ley apunta a revendedores no autorizados que causan caos en los restaurantes con cancelaciones de último momento y no presentaciones, dejando mesas vacías y personal trabajador sin propinas”, dijo la legisladora latina. “Para la vibrante escena gastronómica de Nueva York y los propietarios de pequeñas empresas, esta medida garantiza equidad y confiabilidad, permitiéndoles servir a sus comensales sin interrupciones.“.
Andrew Rigie, director ejecutivo de NYC Hospitality Alliancese sumó a esa postura y destacó que no es justo que terceros conviertan algo tan simple como una reserva en un negocio extra.
“La reventa de reservas en restaurantes priva a las empresas y a los trabajadores del dinero que necesitan cuando no se venden asientos y la mesa está vacía, y crea una barrera entre ellos y sus clientes cuando aparecen comensales desconocidos”, afirmó Rigie. “Las reservas no son un negocio que terceros no autorizados puedan vender con fines de lucro”.
Melissa Fleischut, presidenta y directora ejecutiva de la Asociación de Restaurantes del estado de Nueva York, también explicó que la nueva ley ayudará a las empresas alimentarias a garantizar que el esfuerzo que ponen en mantener ocupados sus locales vea sus frutos y no quede en el aire.
“Los propietarios de restaurantes y sus equipos dedican innumerables horas a crear experiencias gastronómicas excepcionales y, para muchos, su compromiso ha resultado en mesas de alta demanda y lugares llenos todas las noches. Desafortunadamente, los robots de inteligencia artificial han explotado su arduo trabajo acaparando estas codiciadas reservas y vendiéndolas para obtener ganancias, todo ello sin el conocimiento del restaurante”, dijo. El líder del restaurante.
“Esto ha provocado un aumento del número de personas que llegan a muchos establecimientos, lo que tiene un impacto en cascada en los restaurantes. Pedidos de comida y bebida, horarios de los empleados y muchos otros aspectos de un restaurante. “Dependen de predecir con precisión cuántos clientes aparecerán en una noche determinada”.-advirtió Fleischut. “Esto ha causado estragos en las operaciones y Nueva York se convierte en el primer estado del país en tomar medidas significativas para abordar este problema”.
El asambleísta Alex Bores, impulsor del proyecto de ley junto al senador FernándezSe mostró optimista sobre el resultado que tendrá la implementación de la ley para poner freno a lo que llamó una “práctica depredadora” de captación y venta de reservas de restaurantes.
“En una época en la que el costo de vida es una prioridad, Esta industria sanguijuela de robo de reservas. “Ha tenido efectos negativos tanto en el pequeño comercio, como en los camareros y en los consumidores”, afirmó el legislador, al tiempo que añadió que miles de familias que quieran celebrar grandes ocasiones o “intentar disfrutar de una merecida noche de fiesta” podrán disfrutar de él. .
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