Además, como señaló Forbes, el estudio utilizó un tamaño de muestra reducido que “no necesariamente refleja los niveles de contaminación a nivel nacional”. Otro punto crítico es que los investigadores no compararon los niveles de metales pesados y glifosato con los estándares de seguridad alimentaria establecidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), sino con los límites de seguridad del agua establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), parámetros que no son aplicables a los alimentos.
Una mujer de Nueva York ha presentado una demanda colectiva contra Girl Scouts of America, alegando que las populares galletas vendidas por la organización contienen metales pesados, pesticidas y otras toxinas potencialmente dañinas.
Amy Mayo, la demandante principal, presentó la demanda el pasado lunes en un tribunal federal, acusando a la organización juvenil junto con los fabricantes de galletas Ferrero U.S.A. e Interbake Foods (que opera bajo el nombre de ABC Bakers) de comercializar productos con sustancias nocivas sin informar adecuadamente a los consumidores.
