Aunque puedes prepararlas en el horno o en la freidora de aire, la realidad es que donde más crujientes y sabrosas quedan es en la sartén. El problema es que están empapadas de aceite.
Ahora, si aplicas este sencillo truco que han compartido los expertos en cocina, vas a reducir este inconveniente y podrás seguir disfrutando de las patatas fritas sin hacer tanto daño a tu salud.
El truco definitivo para eliminar la grasa de las patatas fritas
Más allá de los problemas de salud que puede generar, el exceso de grasa también arruina la textura de la patata y es un síntoma de que la fritura no se ha hecho de la manera correcta.
El problema suele estar en dos factores clave: el exceso de almidón y la técnica de cocción. Por ello, si aplicas este truco vas a evitar que te ocurra.
Lo único que debes hacer es cortar las patatas fritas de manera uniforme y déjalas en agua fría con una cucharada de vinagre durante 30 minutos.
Con este pequeño paso vas a conseguir reducir el almidón y preparar la superficie para que quede más crujiente.
También es necesario que, después de este remojo, seques a conciencia con papel absorbente. Esto es esencial para evitar salpicaduras y, sobre todo, para que las patatas no absorban más aceite del necesario cuando las fríes.
Otros trucos para que las patatas fritas te queden perfectas
Con estos pasos vas conseguir que las patatas no estén cubiertas de aceite y serán un poco más saludables sin tener que utilizar ni el horno ni la sartén.
No obstante, todavía es posible mejorar un poco la receta. Por ejemplo, si la economía te lo permite, puedes usar aceite de oliva virgen extra para freírlas, ya que será más saludable y dará un sabor único.
Otro error muy común es añadir la sal antes de cocinar la patata; si lo haces así, te quedará demasiado blanda. Además, es importante que las frías en pequeñas tandas, para que la temperatura sea estable.
El truco de la doble cocción para hacer patatas fritas excepcionales
Puedes creer que cocinar patatas fritas es muy sencillo y no debería llevarte mucho tiempo. Esto es cierto, pero si haces un par de modificaciones cuando las frías, vas a lograr un sabor único:
- Primera fritura (a baja temperatura): calienta el aceite a 140°C y fríe las patatas durante 5-7 minutos. Con esto, cocinarás el interior sin dorarlas.
- Reposo: deja enfriar las patatas unos minutos sobre papel absorbente.
- Segunda fritura (a alta temperatura): sube el aceite a 180°C y fríe de nuevo hasta que estén doradas y crujientes. Esta técnica sella la superficie y evita que absorban más aceite.
