Las tendencias alimentarias van cambiando conforme surgen opciones más saludables a lo que ya estamos acostumbrados, como la creciente recomendación de influencer fitness de consumir queso parmesano como un snack post entrenamiento por sus altos niveles de proteína.
Aunque el parmesano es considerado una “proteína pura”, por algunos seguidores de la dieta cetogénica; Stephani Johnson, profesora adjunta de ciencias de la nutrición clínica y preventiva en la Facultad de Profesiones de la Salud de la Universidad de Rutgers explica a Very Well Health que también contiene grasas y carbohidratos.
Los productos lácteos, entre ellos el queso parmesano, son una “fuente óptima de nutrientes esenciales para la adquisición y el mantenimiento de la salud ósea”, según un estudio de publicado por la National Library of Medicine.
También respalda que el queso parmesano es un alimento de fácil digestión, por su alto contenido en proteínas y lípidos, sin lactosa, rico en calcio y con posible efecto prebiótico y probiótico.