La Ciudad ha perfilado de alguna manera, que solo los migrantes que están siendo investigados o procesados por crímenes graves, o que se compruebe integren pandillas. Y ya han caído en manos de la justicia, son los que deben temer por esta orden.
Por parte de las autoridades de la Ciudad de Nueva York, ya está el camino legal abierto para que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pueda operar con una oficina dentro del complejo carcelario de Rikers Island, en Queens, según una medida confirmada esta semana por el alcalde Eric Adams.
La acción ha recibido duras críticas de los líderes del Concejo Municipal y de organizaciones de defensa a los inmigrantes, quienes argumentan que se está “pasando por encima” del estatuto de Ciudad Santuario, que fue aprobado hace 10 años, por el exalcalde Bill de Blasio.