El lunes 24 de febrero a las 3:15 p. m., amigos y familiares de Armando Alejandre Jr., Carlos Alberto Costa, Mario Manuel de la Peña y Pablo Morales, y miembros de la comunidad de FIU se reunirán y realizarán una vigilia en silencio para recordarlos y exigir justicia 29 años después del derribo. La vigilia se llevará a cabo en la Universidad Internacional de Florida (campus de University Park) ubicada en 11200 SW 8th St, Miami, 33199, en la fuente principal junto a la Biblioteca Principal y la Unión de Estudiantes. La vigilia silenciosa comenzará a las 3:21 p. m. y terminará a las 3:27 p. m., las horas en que los dos aviones de Hermanos al Rescate fueron destruidos por misiles lanzados desde los MiG de Castro que mataron a Armando, Carlos, Mario y Pablo. Esta vigilia se lleva a cabo en FIU anualmente desde 1996.

Orlando Zapata había trabajado en campañas de derechos humanos con el Dr. Oscar Elías Biscet, ganador de la Medalla de la Libertad, y había recolectado firmas con Oswaldo Payá Sardiñas para la petición del Proyecto Varela. Oswaldo Payá, junto con el líder juvenil Harold Cepero, fueron asesinados extrajudicialmente el 22 de julio de 2012 por agentes del gobierno comunista de Cuba, reveló la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su informe sobre el fondo de la cuestión de junio de 2023.

Orlando, a través de su huelga de hambre, buscó llamar la atención sobre el duro trato a los prisioneros cubanos y el encarcelamiento de disidentes no violentos. La muerte de Tamayo marcó el final de su campaña inmediata, pero su acción no violenta generó un apoyo significativo para su causa tanto dentro como fuera de Cuba después de su fallecimiento. La atención internacional en ese momento se había centrado en la difícil situación de un grupo de 75 presos de conciencia cubanos, y en marzo de 2011 los últimos de ellos, José Daniel Ferrer y Félix Navarro, habían sido liberados. Su libertad, en parte, se atribuye a la huelga de hambre de Orlando Zapata Tamayo y al reconocimiento internacional que esta generó en la difícil situación de los presos políticos en Cuba.

En la actualidad, hay más de 1.000 presos políticos en Cuba, y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) no ha podido visitar a ninguno de ellos. La última vez que el CICR pudo visitar cárceles cubanas y reunirse con presos políticos fue en 1989.

Las condiciones penitenciarias no han mejorado en los últimos 15 años en Cuba. La presa política Yoleisy Oviedo Rodríguez (44 años) murió el 11 de febrero de 2025 en el campo de trabajos forzados El Guatao en La Habana. Era madre de dos hijos. Yoleisy había sido condenada a cinco años de prisión el 20 de noviembre de 2023, pero ya había sido encarcelada de manera pacífica el 10 de octubre de 2022 en protesta por los prolongados cortes de energía en el municipio de Güines en la provincia de Mayabeque.

Hace veintinueve años, el 24 de febrero de 1996, Armando Alejandre Jr. (45 años), Carlos Alberto Costa (29), Mario Manuel de la Peña (24) y Pablo Morales (29) se encontraban en dos aviones realizando un vuelo de búsqueda y rescate de balseros cuando fueron derribados por misiles lanzados desde un MiG cubano siguiendo las órdenes de Raúl Castro. Investigaciones internacionales concluyeron que los aviones civiles fueron derribados en el espacio aéreo internacional en violación de las normas internacionales. Este fue un acto premeditado de terrorismo de estado por parte del régimen cubano.

El dolor de una madre

En 2011, Iliana Lavastida entrevistó para DIARIO LAS AMÉRICAS a la madre de Zapata Tamayo, Reina Luisa Tamayo, cuando estaba en pleno duelo tras la pérdida de su hijo.

“Cargando con el dolor de haber visto morir un hijo, consciente de que su pérdida fue una acción premeditada por quienes en el afán de sostener un régimen, han preferido cegar vidas valiosas de jóvenes en lugar de concederles el legítimo derecho de contar con un espacio para opinar y participar, a Reina Luisa Tamayo no le quedó otra alternativa que permitir que accedieran a la tumba de su hijo, pasar la dura prueba de exhumar el cadáver, incinerarlo y partir a una tierra desconocida con sus cenizas junto al resto de sus hijos y nietos para no seguir exponiéndolos, salvarles la vida y no correr el riesgo de que me maten a otro“, así comienza el texto en el que la periodista contó con un testimonio de dolor y amor maternal.

Reina Luisa Tamayo, madre de Orlando Zapata Tamayo. Alvaro Mata/DLA/Archivo
Reina Luisa Tamayo, madre de Orlando Zapata Tamayo.

Reina Luisa Tamayo, madre de Orlando Zapata Tamayo.

Se lee en otro fragmento de ese artículo: “La soberbia de los opresores hizo de Orlando Zapata un enemigo y no bastó encarcelarlo, aislarlo en celdas tapiadas, negándole la luz donde no se podía ver ni las manos, obligado a dormir en el suelo y privado del contacto de sus familiares. Lo entregaron como presa a los reos comunes para que fuese golpeado, aún después de haber sido reconocido por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia”.

Puede leer el texto en este enlace.