República Dominicana, marzo de 2025 — El embarazo es un período de grandes cambios para el cuerpo de una mujer. Las hormonas fluctúan, los niveles de energía cambian y surgen nuevos desafíos. Un desafío que enfrentan algunas mujeres es la diabetes gestacional, una afección en la que los niveles de azúcar en la sangre aumentan durante el embarazo, dice la Dra. Summer Allen, médica de familia en Mayo Clinic que ofrece atención prenatal.
“Durante el embarazo, muchas cosas cambian en el cuerpo de la mujer. Sus hormonas están cambiando, y eso es una gran parte de lo que conduce a las náuseas, los vómitos y las fatigas iniciales del embarazo. Estos mismos cambios hormonales también pueden afectar el control de la glucosa en la sangre, lo que lleva a la diabetes gestacional en algunas mujeres“, explica la Dra. Allen.
La diabetes gestacional ocurre cuando el cuerpo no puede producir suficiente insulina para regular los niveles de azúcar en la sangre durante el embarazo.
Hay algunas mujeres que ya llegan al embarazo con diabetes, algunas con diabetes tipo 1 — autoinmune y relacionada con la genética — y otras con diabetes tipo 2 relacionada con la dieta, la actividad física y el peso”, dice la Dra. Allen.
Aunque la diabetes gestacional a menudo se resuelve después del parto, es importante comprender sus implicaciones.
“Un factor importante de saber sobre la diabetes gestacional es que, después del embarazo, durante el transcurso de la vida, hay un mayor riesgo de que la paciente desarrolle diabetes tipo 2 en el futuro“, explica.
Ciertos factores pueden aumentar la probabilidad de desarrollar diabetes gestacional, que incluyen:
- Tener historia familiar de diabetes.
- Tener sobrepeso antes del embarazo.
- Tener más de 25 años.
- Tener una historia de síndrome del ovario poliquístico.
- Haber tenido diabetes gestacional en un embarazo anterior.
Los exámenes prenatales de rutina generalmente identifican la diabetes gestacional entre las 24 y 28 semanas de embarazo. Esa es una de las razones por las que la Dra. Allen afirma que los exámenes preventivos son importantes.
“La razón por la que recomendamos la atención prenatal es para detectar algunas de estas afecciones y anticipar cosas que podrían llevar a una mujer a una complicación durante el embarazo. Un ejemplo es la presión arterial alta. También puede ser, por ejemplo, un impacto en el control de la glucemia o del azúcar durante el embarazo, como la diabetes“, explica.
