La obesidad no es sólo una cuestión de hábitos personales, sino el resultado de sistemas de salud y regulación suficiente y en República Dominicana, el sobrepeso y la obesidad costarán hasta 1,915 millones de dólares anuales para el periodo 2018-2081, según la CEPAL.
República Dominicana.- Cada 4 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Obesidad con el objetivo de generar conciencia sobre esta enfermedad y su impacto global. Este año la Federación Mundial de Obesidad (WOF – por sus siglas en inglés) destaca el papel de los sistemas fallidos en el aumento de esta enfermedad, desmontando la idea de que es solo una responsabilidad individual.
Más allá de la salud, la obesidad representa un desafío económico. En República Dominicana, sus costos ascienden a 1,961 millones de dólares, equivalentes al 2.6% del PIB3, incluyendo pérdida de productividad, ausentismo laboral y mortalidad prematura. Esto evidencia que la obesidad no es sólo un problema individual, sino una consecuencia de entornos que dificultan su prevención y tratamiento.
La Dra. Ileana Chiari, Directora Médica de Novo Nordisk CLAT, resaltó el mensaje de la campaña de la WOF “Cambiando Sistemas, Vidas Más Saludables”, que enfatiza la necesidad de soluciones básicas y bien organizadas: “No podemos seguir viendo la obesidad como un problema individual. Factores como el acceso a alimentos saludables, la infraestructura para la actividad física y la falta de políticas públicas, impactan directamente en el aumento de esta enfermedad. Necesitamos un enfoque integral para garantizar un futuro más saludable y equitativo”.
Un método de diagnóstico inadecuado que limita tratamiento correcto
A pesar de ser uno de los principales problemas de salud pública, la obesidad sigue diagnosticándose con herramientas limitadas. Durante décadas, el Índice de Masa Corporal (IMC) ha sido la referencia principal para el diagnóstico de la obesidad, midiendo la relación entre peso y estatura, sin considerar la distribución de la grasa corporal ni su impacto en la salud.
La European Association for the Study of Obesity (EASO) desarrolló un nuevo enfoque de diagnóstico llamado Modelo de Enfermedad Crónica Adiposa (ABCD, por sus siglas en inglés), que propone una evaluación más detallada mediante:
· Componente Antropométrico: La distribución de la grasa corporal (relación cintura-altura) el cual, indica el riesgo de enfermedad cardiometabólica.
· Componente Clínico: se analiza cómo el exceso de grasa puede afectar órganos y funciones vitales.
· Inclusión de Personas con IMC Inferior: Las personas con un IMC de 25-30 kg/m² (considerado como sobrepeso) y un aumento de grasa abdominal ya están en riesgo.
«La obesidad es una enfermedad compleja que requiere una evaluación detallada, por lo que actualizar la forma en que es diagnosticada es clave para mejorar su atención médica. No se trata sólo del peso, sino de cómo y dónde se acumula la grasa en el cuerpo. Diversas investigaciones recientes proponen incluir valoraciones físicas, funcionales y psicológicas para un análisis más preciso. De esta forma, podemos garantizar que cada persona reciba el tratamiento adecuado según su condición y necesidades específicas», explicó el Dr. Eric Pasco, gerente Médico para la unidad de obesidad de Novo Nordisk CLAT.
Por otro lado, una publicación en The Lancet Diabetes & Endocrinology realizada por un grupo multidisciplinario sugiere que la obesidad no debe considerarse sólo como un exceso de grasa, sino como una enfermedad crónica que afecta órganos y sistemas, con posibles complicaciones como: enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 e insuficiencia renal, entre otras.
